Foto: Reuters “Lo que está pasando es muy triste, es muy triste, y puede ser resuelto rápidamente, hermosamente y con seguridad”  

Al defender las políticas migratorias aplicadas por su gobierno, el presidente Donald Trump acusó hoy a los inmigrantes indocumentados de ser la causa de muerte y destruccion en Estados Unidos.

 

“Un país sin fronteras, no es un país. Necesitamos fronteras, necesitamos seguridad, tenemos que cuidar a nuestra gente. Vean la muerte y destrucción que ha sido causada por gente que viene a este país sin pasar por un proceso (migratorio)”, aseguró.

 

Trump insistió en la necesidad de cambiar las leyes migratorias para que quienes lleguen al país lo hagan bajo la base de mérito y no al amparo del sistema actual que permite la migración a partir de lazos familiares.

 

Los comentarios del mandatario se produjeron en medio de la creciente controversia a partir de la decisión de su gobierno de separar a los niños de sus padres inmigrantes indocumentados detenidos en la frontera, aunque este se ha mantenido firme en su postura, como lo reafirmó este lunes.

 

“Hay gente que viene con méritos, no basado en una lotería o gente que burla la frontera, y ellos pueden ser asesinos, ladrones y mucho más. Queremos un país seguro y empieza en la frontera, y esa es la manera como es”, apuntó.

 

Hablando en la Casa Blanca durante un evento con el Consejo Nacional del Espacio, Trump prometió que Estados Unidos no se convertirá en un campo de migrantes ni tampoco en un centro de detención de refugiados.

 

“Ustedes ven lo que está pasando en Europa. Ustedes están viendo lo que está pasando en otros lugares. No podemos permitir que eso pase a Estados Unidos. No mientras yo esté alerta”, dijo.

 

Dijo que lo está pasando con los menores separados es triste, insistiendo de manera falaz que la culpa está sobre los hombros de los demócratas.

 

“Lo que está pasando es muy triste, es muy triste, y puede ser resuelto rápidamente, hermosamente y con seguridad”, indicó.

 

De acuerdo con cifras del Departamento de Seguridad Interna (DHS), en un periodo de seis semanas entre abril y mayo pasado, 1,995 niños y niñas han sido separadas de su padres tras ser detenidos en la frontera.

 

NCG