FOTO: EFE INVESTIDO. En su discurso ante los diputados, Giuseppe Conte defendió su plan para combatir la corrupción  

ROMA.- El nuevo Gobierno del antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga quedó ayer formalmente investido por el Parlamento y su primer ministro, Giuseppe Conte, se prepara para representar a Italia en los foros internacionales, el primero de ellos el G7.

La Cámara de Diputados (baja) dio su confianza al candidato con 350 votos a favor, 236 en contra y 35 abstenciones, con lo que superó ampliamente el umbral de 316 apoyos que se requieren para la mayoría absoluta.

Con esta votación, el Gobierno de Conte fue formalmente investido, después de una primera sesión en el Senado, donde recibió el martes 171 apoyos, 117 rechazos y 25 abstenciones.

De este modo, tres meses después de las elecciones del 4 de marzo, el nuevo Gobierno de Italia entrará plenamente en funciones y lo hará para aplicar un programa que plantea “un cambio radical”.

En su discurso ante los diputados, Conte defendió su apuesta por la simplificación y la digitalización de la administración pública, una mayor atención a la depauperada Italia meridional, una lucha sin cuartel frente a la corrupción y una justicia más accesible.

También abogó por “secundar” las peticiones de mayor autonomía de las regiones, por impulsar infraestructuras teniendo en cuenta el balance “coste-beneficio” y por favorecer “un crecimiento social y económico” mediante la “reducción progresiva de la deuda”.

En cuanto a esta última cuestión, Conte, representante de un Ejecutivo contrario a la austeridad, avanzó que negociará “a nivel europeo” para ilustrar “su dirección política” y confió en “tener la firmeza y la resolución para ser escuchado”.

En su intervención -aplaudida solo por la bancada del M5S y la Liga y en ocasiones bronca por las protestas de algunos diputados- aludió de nuevo a la Unión Europea (UE) al hablar del fenómeno migratorio, sobre el que los partidos que lo apoyan han hecho su campaña.

En su opinión, la gestión comunitaria de este tema “se ha revelado fracasada”, por lo que avanzó su intención de “promover una repartición más equitativa de las responsabilidades” de los países ante una situación que ha afectado a Italia en los últimos años.

Señaló que acerca de este tema “el contrato de Gobierno” M5S-Liga “las indicaciones parecen claras” y no habló de deportaciones masivas, sino que se limitó a decir que se “defenderá a los inmigrantes regulares” y se acelerará el estudio de las peticiones de asilo.

Ahora, una vez investido como primer ministro, Conte tendrá entre sus principales y más inminentes tareas representar a Italia en los varios foros internacionales de las próximas semanas.

El primero, la cumbre anual de jefes de Estado o de Gobierno del grupo de los siete países más industrializadas del planeta, el G7, que esta semana se celebrará en Canadá.

“En el G7 la primera intención de Italia será darse a conocer y, la segunda, hacerse respetar”, resumió Conte a los medios en un receso de la sesión, en la Cámara de los Diputados.

 

 

JNO