La campaña de Ricardo Anaya vive tiempos de incertidumbre.

Lleva semanas así.

He aquí algunos elementos:

El lunes de la semana pasada, 21 de mayo, dimos una primicia: la conclusión de la investigación sobre parte de los millonarios negocios de Anaya y sus socios con el evidente fin de enriquecerlo.

Los delitos: lavado de dinero, asociación delictuosa para burlar al fisco y evasión de impuestos.

A la par, no tuvo su mejor desempeño en el segundo debate de candidatos presidenciales, aunque haya cruzado acusaciones de corrupto, farsante y mentiroso con Andrés Manuel López.

La población no aprobó sus agresiones, a juzgar por las encuestas posteriores porque los mexicanos quieren un estadista al frente del país, no pendencieros de barrio.

En adición, esa imagen de choque abrió espacio al priista José Antonio Meade para realzar su actitud mesurada y sus propuestas gubernativas, virtudes ajenas en sus adversarios.

SUEGRO Y ESPOSA, EN LA MIRA

El desánimo influye en los actos de Ricardo Anaya.

Parecen haber perdido brillo.

El joven elocuente, de discurso brioso y lenguaje florido palidece, mientras las encuestas hablan de estancamiento suyo y de ligero ascenso de, algo imprevisto, José Antonio Meade.

En esa situación apareció la decisión judicial de proceder contra quienes participaron en esas actividades ilícitas, y autoriza al Ministerio Público a consignar las carpetas de investigación.

En apariencia el mayor involucrado sería Manuel Barreiro, dueño de la empresa Manhattan Master Plan, a través de la cual se hizo la compraventa de una bodega en Querétaro para beneficiar a Anaya con más de 54 millones de pesos.

También se procedería contra Juan Manuel Olea Villanueva, de Advance Real Estate y socio de Manhattan Master Plan, fundamental para el presunto delito.

Pero atrás hay otros involucrados.

El Ministerio Público ha puesto el ojo en Donino Martínez, suegro de Anaya, y en su esposa, Carolina Martínez de Anaya.

Falta poco para ver si la Procuraduría General de la República (PGR) y la justicia se quedan en segundones o llegan hasta el candidato de la alianza Por México al Frente.

Mi apuesta: no irán contra él por el temor de hacerlo víctima y reposicionarlo en la contienda.

Salvo, claro, si Meade cae más de lo previsible.

Qué feo se lleva con Calderón

A sus propias tribulaciones, Ricardo Anaya agrega el descrédito ante los calderonistas.

Basta leer el tuit de Felipe Calderón, quien, sin el menor decoro político, le recuerda a su mamá.

Primero Anaya habló del esfuerzo de las mujeres, pues se levantan temprano y se van a dormir tarde.

Yo lo vi siempre con mi mamá”, escribió.

Calderón le contestó:

Por eso abusaste de tu poder, para cancelar la democracia interna del PAN y violentar los derechos políticos de una mujer que era la candidata más viable en el PAN y en el país. Pregúntale también a tu mamá si estuvo bien”.

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