A pesar de que el crecimiento de la economía de los Estados Unidos vive su expansión más longeva de 107 meses consecutivos en expansión desde el año 2000 y con reportes corporativos que han mostrado resultados por arriba de lo esperado, las Bolsas americanas registran rendimientos negativos, en especial el Dow Jones y el S&P, mientras que el Nasdaq apenas gana 2.9%.

En México, una vez conocidos los reportes al cierre del primer trimestre del año con moderado sesgo positivo, la Bolsa accionaria en nuestro territorio registra una baja de 4.6% en lo que va de 2018. Hace unos días conocimos que el crecimiento de la economía al cierre del primer trimestre de este año fue de 2.4% anual y, sin embargo, a excepción de algunas empresas aisladas, en lo general, el mercado pierde ritmo.

Acerca de estos puntos, consideramos que ha sido el proceso de la decisión de la Fed y del Banxico con sus políticas monetarias los que están influyendo de alguna manera.

La actuación de la Fed ante la expansión de la economía americana y el riesgo sobre la inflación están generando que dicha política tenga un sesgo un poco más restrictivo. El miércoles pasado dejó sin cambio la tasa de referencia en 1.75%. Sin embargo, reconoce que la inflación medida a través de varios indicadores ha ido evolucionando hacia el objetivo de 2.0% y seguramente en junio subirá la tasa otros 25 puntos base. Estimaciones del mercado sobre la inflación de la economía de Estados Unidos para 2018 la ubican en 2.5%.

En el caso de México, es probable que el Banxico decida mantener sin cambio su tasa en la reunión de mayo, pero la incremente en junio otros 25 puntos base a 7.75% anual. Este nivel representa un rendimiento libre de riesgo en el tema de inversiones del mercado de deuda.

Ante ese nivel, ¿qué tendría que suceder para que el mercado accionario retomara su tendencia alcista?
Desde nuestro punto de vista, tendríamos que ver que los diferentes indicadores de la economía nos fueran llevando hacia estimados de crecimiento anual dentro de un rango de 2.5 a 3.0%. Asimismo, la confianza y la inversión privada principalmente deberán de retornar.

Hoy tiene una tasa de interés como costo de oportunidad en 7.5% y pudiera ser mayor contra un rendimiento negativo del mercado de -4.6%.

Además, vemos riesgos de alza en el movimiento del tipo de cambio, producto de la fortaleza del dólar global, pero también sumándole la incertidumbre sobre el desarrollo del TLCAN y de las propias elecciones presidenciales.

Un alza en el tipo de cambio volverá a prender los focos de nuevos riesgos hacia la inflación. Hoy hemos visto una desaceleración encaminada hacia niveles de 4.5% anual, aproximadamente. Habría presiones de riesgos de transferencia de precios en productos y servicios, así como en los energéticos.

Creemos que antes del día de las elecciones, el peso mexicano podría ubicarse entre 19.70 y 20.30 en la parte interbancaria. Ahí quedaría pendiente el riesgo de un cambio de modelo económico si gana el partido de izquierda para evaluar el segundo semestre del año.