Los viejos vicios priistas llaman a la campaña de José Antonio Meade.

Ante la desesperación, mala consejera en la vida cotidiana y más perjudicial en la política, rondan quienes intentan revivir el clientelismo, el corporativismo y la corrupción.

Los hay de todo signo.

Quienes proponen utilizar el organigrama gubernamental para dar estructura y sostén a una campaña hoy sin orientación y, augurio de las encuestas, de futuro incierto.

Y quienes de plano hablan de utilizar presupuestos ilimitados -¿de dónde?- para ir por el país en la compra votos y de ser posible hasta candidatos de oposición.

Comencemos con lo primero.

En varios del infinito número de grupos se han dado reuniones a donde acuden viejos estrategas del PRI y de gobiernos idos.

¿Qué proponen?

Una idea: usar a la burocracia.

Se trataría, sugieren, de organizarlos para integrar un gran ejército electoral y de promoción del voto a favor del candidato presidencial escogido desde la cúpula política.

Hablan de un efecto multiplicador.

Funcionarios medios y empleados de ventanilla serían comprometidos para convencer a sus familias y llevar, al menos, de 10 a 20 votantes el 1 de julio.

Si hay casi dos millones de empleados federales, estaríamos hablando de una cifra superior a los 20 millones de sufragios los cuales, sumados al voto duro, meterían al PRI a la competencia.

LA EXPERIENCIA DEL EDOMEX

El otro esquema parte de la experiencia en el Estado de México.

Allá, a donde fueron enviados funcionarios de los mayores rangos y se les encomendaron ciudades, distritos y municipios, se realizaron inversiones y una campaña impecable.

Así se logró la victoria del priista Alfredo del Mazo con la valiosa suma del partido presidido por Luis Castro Obregón, Nueva Alianza, aunque Delfina Gómez superó al tricolor.

En realidad, reconocen quienes se afanan y ufanan en esta temeraria estrategia, Castro Obregón y Panal proporcionaron la diferencia y la victoria en la elección del año pasado.

Para las votaciones de julio hay mayor espacio de maniobra, pues la operación puede ser nacional o regional, según la decisión final de quienes la adoptaran.

Las propuestas de estos dinosaurios de la política están a revisión, a reserva de los ajustes en el equipo de campaña -¿o de administración?- de José Antonio Meade.

Él sabrá qué hace.

BOICOT A ELIMINAR EL FUERO
1. La desaparición del fuero ha sido enredada por quienes plantean desaparecerlo.

Varios senadores panistas interesados en eliminarlo de la Constitución confiesan haber recibido la orden de dar largas al tema para no reformar la minuta de la Cámara de Diputados.

Sus dichos llevan a Ricardo Anaya.

Empero, las comisiones encargadas sesionan bajo la conducción de Enrique Burgos con la intención de destrabar el debate.

Si hay acuerdo, hoy deberá pasar al pleno senatorial; de lo contrario, se va a un período extraordinario porque hay la intención de sacarlo, aclaró ayer Emilio Gamboa.

Donde no hay acuerdo es para designar fiscales general de la nación y anticorrupción.

2. José Rosas Aispuro ha asumido el empeño de convertir a Durango en otro Querétaro.

Para ello promociona en Francia a su entidad como espacio para desarrollar proyectos aeroespaciales y asegura tener paz social, ingenieros calificados, calidad de vida e infraestructura.

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