Después de un largo período en donde el dólar se depreció 15% frente a la canasta de divisas que incluye al euro, la libra esterlina, el yen japonés, el dólar canadiense, el franco suizo, etcétera, en estos últimos 10 días hemos visto una respuesta al alza que podría ser inicio de una recuperación más sostenida al menos unos meses.

Pero, ¿qué es lo que está llevando a un dólar fuerte en general?
Por un lado, las propias acciones de la Fed de ir normalizando su política monetaria es una de las principales causas. La expectativa de seguir subiendo la tasa de interés, hasta ahora de manera “gradual y ordenada”, así como la reducción de su balance en donde mes a mes disminuye su posición de bonos del Tesoro y bonos respaldados con hipotecas. A partir de abril, la reducción mensual es de 30 mil millones de dólares. Para este 2018 se espera que haya disminuido 420 mil millones de dólares.

También la misma actividad económica que mantiene Estados Unidos, con crecimientos ya dentro de un rango de 2 a 3% anual en los últimos cuatro trimestres. La reducción en el pago de impuestos a empresas y personas físicas, de acuerdo al Beige Book de la Fed, pudiera estar ya influyendo en un aumento en el nivel de consumo, de inversión y de crédito empresarial y familiar. Con ello, el riesgo de una presión inflacionaria está a la vista y además, considerando que los precios del petróleo acumulan más de 10% de ganancia en el año y de 5% tan sólo en abril.

El aumento en la deuda pública y en el déficit fiscal también influye para que la FED tenga que seguir subiendo su tasa de interés.

Ayer, vimos como el BCE dejó sin cambio sus tasas de interés y mantendrá su política monetaria “flexible”, así como su ritmo de compra de activos en 30 mil millones de euros. El Banco de Japón considera que llegarán al objetivo de 2% de su inflación, pero sería en el transcurso de los siguientes cinco años cuando pudiera empezar a reducir su ritmo de compra de activos.

Ambas economías -la de la Zona Euro y de Japón– han moderado su ritmo de crecimiento en el primer trimestre del año y el riesgo de un proteccionismo comercial afecta el nivel de confianza al consumidor y del inversionista.
Por todo esto, el dólar mostrará fortaleza y el mercado de divisas estará viviendo un reajuste. Hablamos de un potencial de alza al menos de 4% inicial.

El peso mexicano estará afectado por el movimiento de flujos que se presentan en el mercado spot y seguramente las posiciones “largas” que se tienen del peso mexicano en el mercado de futuros en Estados Unidos daría una mayor volatilidad.

Alcanzó un primer objetivo en 19.15 en el mercado interbancario. Vemos una probable consolidación con una zona baja que pudiera identificar entre 18.70 y hasta 18.40. Pero será la salida de 19.15 la que pueda impulsar el movimiento hacia un siguiente objetivo hacia 19.80-20.30.

Al riesgo externo del movimiento del dólar habrá que sumarle los factores internos como el próximo anuncio de un acuerdo inicial del TLCAN y el desarrollo de las elecciones, que se pondrán muy cerradas conforme avancen los meses, los discursos, los debates y se comparen propuestas viables y confiables hacia el crecimiento de la economía y de la sociedad.