Andrés Manuel López Obrador es, más allá de coincidir o no con sus ideas y estilo, un político de gran olfato y talento que tiene ya la experiencia de dos derrotas en elecciones presidenciales, por lo que no hay que echar en saco roto que pida a sus seguidores lanzarse a contrarrestar las campañas enfiladas en su contra y que lo ponen de nueva cuenta como un peligro para México. El Peje acusó recibo de la ofensiva, sabe que le puede significar un resultado adverso y está maniobrando para minimizar los daños; en los hechos, es la primera vez en más de un año que está a la defensiva.

En el arranque de campañas, la coalición Todos por México, que encabeza José Antonio Meade, lanzó ya una campaña para hacer énfasis sobre los temores que generan los cambios en el gobierno que impulsaría Andrés Manuel López Obrador de llegar a la Presidencia. El miedo que provoca a dos tercios de los electores es el eje de estos spots y la violencia de diversos grupos cercanos a su partido son el eje de la campaña, y tras el primer debate presidencial, López Obrador ya acusó recibo.

“Tengo miedo” es la frase que enfatizan los estrategas priistas y a la que responden con un “no te preocupes; va a ganar Meade”. Ahora, también comenzó a circular en redes un video, que sin duda no será el primero, en el que se muestra a Hugo Chávez como candidato a la Presidencia de Venezuela en 1998, ofreciendo poner a consulta cada dos años su permanencia en el cargo utilizando la misma argumentación que esgrime el Peje al plantear como una acción inmediata la iniciativa de revocación de mandato en caso de llegar a Los Pinos, y lo ofrece como un mecanismo de “democracia verdadera”.

Más adelante, el video anti AMLO concluye con un texto que dice: “Y así pasaron 14 años de populismo autoritario”. A pesar de referirse al caso Venezuela, el material no contempla los cinco años de Nicolás Maduro y la crisis brutal que hoy azota a ese país donde el hambre ha provocado que, en promedio, los venezolanos hayan perdido 11 kilos de peso en el último año, la escasez genere incremento de muertes en hospitales por falta de medicamentos y que el abasto de productos básicos de higiene esté prácticamente cancelado.

Más allá de las erráticas mediciones de opinión pública que dan márgenes de ventaja a López Obrador que van de los cinco a los 15 puntos porcentuales, lo que es un hecho es que el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia está por primera vez a la defensiva y por eso llama a sus fieles a contrarrestar lo que llama “guerra sucia” en un tono al que parece no están muy acostumbrados: “sin insultos y con alegría”.

Sin duda, los ataques subirán de tono. En realidad, los adversarios de López Obrador tienen un arsenal grande para lanzarle misiles, tanto en lo que tiene que ver con casos de violencia y corrupción de sus aliados y cercanos, como en las extraordinarias coincidencias en el discurso y las promesas de AMLO y Hugo Chávez que en Venezuela al llegar al poder se convirtieron en los hechos en ataques a medios, empresas y opositores en la franca cancelación de las libertades de expresión, comercio y democracia. Y todavía faltan dos meses de campañas.