Foto: EFE El presidente sirio, apoyado por Rusia e Irán, busca aplastar los últimos enclaves rebeldes, aprovechando la derrota de los insurgentes en la región de Ghouta Oriental  

BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encabezan una reunión internacional de donantes para el futuro de Siria, país que lleva siete años en guerra y donde ayer continuaron los enfrentamientos.

El objetivo de la comunidad internacional es reunir más de 7.5 mil millones de dólares para ayudar a los 13 millones de sirios que dependen de ayuda humanitaria en el país, así como a los más de cinco millones de personas que se han refugiado en otros países.

También buscan reforzar la presión para que el gobierno de Bachar Al Assad autorice la llegada y el reparto de la ayuda humanitaria en zonas críticas y llamar al respecto del alto al fuego y a la protección de las poblaciones vulnerables, de escuelas y de hospitales, explicó una fuente europea.

“Queremos usar la conferencia de Bruselas para enviar un claro mensaje de la comunidad internacional, de que se debe parar el conflicto y dar inicio al proceso político”, dijo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

Participan delegaciones de 85 países y organizaciones internacionales, entre ellos Turquía, Líbano y Jordania, principales receptores de refugiados sirios, y Rusia e Irán, aliados de Assad.

También estarán presentes 200 organizaciones internacionales y representantes de la sociedad civil siria.
En la víspera del encuentro, algunas de esas ONGs instaron los líderes mundiales a prestar particular atención en las dificultades que enfrentan los niños sirios a raíz de la guerra.

En siete años, la guerra en Siria ha causado la muerte de más de 400 mil personas y dejado a más de un millón de heridos, además de 3 millones de personas con dificultad para acceder a asistencia humanitaria, de acuerdo con los datos más recientes de la ONU.

En tanro, ayer continuaron los enfrentamientos en Siria, donde las fuerzas del gobierno bombardearon posiciones y túneles usados por yihadistas del Estado Islámico (EI) en el vecindario de Hayar al-Aswad, ubicada a solo cuatro kilómetros al sur de Damasco, causando numerosas bajas entre los extremistas.

En represalia al ataque, los yihadistas lanzaron desde Hayar al-Aswad un proyectil hacia el vecino barrio damasceno de Nahr Aisha, matando a cuatro personas e hiriendo a unas 15, según la televisión, aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dio cuenta de cinco muertos y 22 heridos.

El presidente sirio, apoyado por Rusia e Irán, busca aplastar los últimos enclaves rebeldes, aprovechando la derrota de los insurgentes en la región de Ghouta Oriental, que era el último bastión rebelde cerca de Damasco.

 

 

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