Los días pasan y los asuntos familiares entre algunos famosos no se resuelven. Vimos que después del escándalo, Geraldine Bazán y Gabriel Soto tuvieron la inteligencia necesaria para hacer a un lado el odio y la decepción que vivieron como pareja, y lograron un acuerdo amistoso por el bien de sus hijas. Geraldine bien podría haberse puesto difícil, después de que a Gabriel se le relacionó con Marjorie de Sousa e Irina Baeva, pero al final supieron dar el salto y se concentraron en el bienestar de sus niñas. ¡Qué fortuna que pudieron realizar una separación tan civilizada!

No podríamos decir lo mismo en el caso de Ninel Conde y Giovanni Medina. Hasta la fecha, siguen los desacuerdos y los ataques. Qué pena que un niño de 3 años tenga que atravesar por todo esto. Por más que los jueces velen por la salud mental y física del menor, si los adultos no ponen de su parte, es imposible lograr su bienestar. Si Emmanuel va con su padre y le habla mal de la cantante, le está haciendo un gran daño y lo mismo pasa si Ninel habla mal de Giovanni. Entiendo que hay un punto donde nadie quiere perder y los dos buscan defenderse, pero han expuesto al menor a un sin fin de contratiempos y malestares que, cuando crezca, le costará mucho poder sanar.

El viernes Giovanni se presentó en casa de Ninel Conde y citó a la prensa para que fueran testigos. La idea era ir por el niño, como le toca cada 15 días, y que la prensa viera cuál era la respuesta de la actriz. Esto como respuesta cuando Ninel mostró a los medios una orden de arresto de 12 horas en contra del padre de su hijo, por desacato a un mandamiento judicial. Para su mala suerte, el juez prohibió que viera al niño por no cumplir con las normas de convivencia establecidas. Lo único que logró fue un alboroto en plena calle, porque al llegar estorbó la salida de uno de los vecinos del fraccionamiento, quien reclamaba que lo dejaran salir de su casa.

Lo mismo pasó con Julián Gil, quien luego de decir que no se presentaría más en el centro de convivencia para ver a su hijo, acudió el pasado fin de semana. Pedía que le dejaran tomarse una foto. Frente a todos los medios, dijo que le arrebataron al niño y le prohibieron tener un recuerdo juntos. El actor sólo quería una foto con el celular y no fue posible. Los abogados de Marjorie de Sousa aclararon que Julián dejó de ver al niño y no ha sido su voluntad acudir a la convivencia establecida por el juez, pero la actriz ha cumplido con llevar al niño cuando se le requiere. Nadie sabe por qué Julián decidió aparecer este sábado para solicitar que lo dejaran cargar a Matías por unos minutos y quienes iban con él, se negaron a entregarle al niño. Así que esta historia continuará, porque aún no se ponen de acuerdo con las visitas y la pensión alimenticia. Además, existen procesos legales que continúan su curso. Curiosamente, la licenciada Alma Pellón es quien lleva ambos casos, así que tanto Ninel Conde como Marjorie de Sousa, se encuentran satisfechas con el trabajo de la abogada. Hay más… pero hasta ahí les cuento.