Foto: EFE AL FRENTE. El ataque químico del fin de semana pasado que dejó, al menos, 43 muertos ha sido atribuido al régimen sirio de Bashar al-Assad que combate a grupos rebeldes.  

Rusia solicitó ayer al Consejo de Seguridad de la ONU celebrar una nueva reunión sobre la situación en Siria y pedió la presencia en el encuentro del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

El embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, ya había adelantado la intención de su país de reunir pronto al Consejo de Seguridad, en este caso en formato abierto, para analizar las tensiones en torno a Siria.

Lo hizo al término de una sesión a puerta cerrada sobre ese tema, celebrada ayer a petición de Bolivia.

Nebenzia, en declaraciones a los periodistas, avisó de que hay riesgo de una “guerra” entre su país y Estados Unidos si Washington decide lanzar un ataque contra Siria.

“No podemos excluir ninguna posibilidad, lamentablemente, porque hemos visto mensajes saliendo de Washington que son muy belicosos”, dijo.

El presidente estadounidense, Donald Trump, avisó el miércoles pasado a Rusia que se prepare para una actuación con misiles contra Siria, en represalia por el supuesto ataque químico del sábado pasado en la ciudad de Duma.

Washington acusa al régimen sirio, aliado de Moscú, de ser responsable de ese uso de sustancias prohibidas.

Si embargo, ayer el Gobierno estadounidense suavizó el tono, con Trump diciendo que aún no se ha tomado una decisión sobre un posible ataque y con el titular de Defensa, James Mattis, subrayando la necesidad de que haya una investigación para determinar lo ocurrido en Duma.

Además la Casa Blanaca dio a conocer que el presidente Trump sigue estudiando una respuesta al presunto ataque con armas químicas y que hablaría sobre el asunto con los gobernantes de Francia y Reino Unido.

Este anuncio se produce horas después de que el secretario de Defensa, James Mattis, reconociera ante el Congreso que aún no se tenían pruebas fehacientes del ataque y dijera a los legisladores que Trump pensaba reunirse con sus principales asesores de seguridad para tratar el asunto.

“No se ha alcanzado una decisión final”, anunció Sanders a la conclusión del encuentro en la Casa Blanca.

Horas antes de esta declaración, el Gobierno británico ya había expresado su intención de “continuar trabajando” con Estados Unidos y Francia para buscar una “respuesta internacional coordinada” al ataque químico del fin de semana.

Durante su comparecencia ante la Cámara de Representantes, Mattis expresó su deseo de poder esperar a que se realice una investigación por parte de los inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) antes de tomar una decisión.

Esta investigación, según dijo el responsable de la cartera de Defensa, podría comenzar en el plazo de una semana.

Entre las represalias que está barajando el Pentágono se encuentra la opción de bombardear ocho posibles objetivos, entre los que se encontrarían dos aeródromos, un centro de investigación y un presunto centro de fabricación de armas químicas, según ha informado la cadena CNBC, que cita a una fuente anónima.

 

JNO