A raíz de que en los últimos tres sexenios, los inversionistas extranjeros y las Siefores han incursionado en mayor medida en los mercados financieros en México con una visión de inversión a mayor plazo, el riesgo de que lo político contamine a lo económico se ha reducido.

Sin embargo, hablamos de años anteriores en los que la continuidad del modelo económico aseguraba una libre competencia de mercado y de la economía. La estabilidad macroeconómica siempre como bandera de oferta y compromiso por parte de los candidatos.

Por todo esto, nos unimos a la petición de la Asociación de Bancos de México, (ABM) que preside el ingeniero Marcos Alejandro Martínez Gavica, en la que emite su decálogo para el desarrollo de México hacia los próximos años:

1) Estabilidad macro y prudencia en la política monetaria.
2) Banco Central “autónomo”.
3) Finanzas públicas sanas.
4) Tipo de cambio flexible.
5) Libre comercio.
6) Sistema financiero sólido y de libre competencia.
7) Respeto a las instituciones.
8) Respeto al Estado de Derecho.
9) Libertad individual y derechos humanos.
10) Igualdad y justicia social.

Destacamos, sin lugar a dudas, la estabilidad macroeconómica que implica cuidar el nivel de la deuda federal, el déficit fiscal, la inflación, el empleo, el crecimiento económico y una autonomía del Banco de México, que con su política monetaria acompañe sanamente las políticas económicas.

A eso sumarle que el sistema financiero debe permanecer sólido, es decir, que el Índice de capitalización de los bancos sea muy competitivo a nivel mundial. Al cierre de febrero, el promedio de este índice se encuentra en 15.92%. Pero también, cuidar que los bancos mantengan resultados netos positivos, que mantengan calidad las carteras crediticias y que tanto el Índice de Retorno sobre Activos (ROA) y el Índice de Rendimiento sobre capital (ROE) tiendan a ser positivos o, en su caso, generar medidas de control y seguimiento para asegurar que dicho sistema financiero permanezca sano y solvente. Hasta el cierre de febrero, el ROA del sector bancario se ubica en 1.59 y el ROE, en 15.08.

Por el lado del Banxico, en estos últimos 18 años, principalmente, sus decisiones de política monetaria han sumado valor al desempeño y estabilidad de nuestra economía, que en algunos casos requiere actuar por aspectos internos y en otras ocasiones, ante factores externos que llegan a incidir. Es claro que cuando las tasas de interés suben, a nadie nos gusta porque encarece el dinero y el costo de la deuda para todos se incrementa, pero como en esta ocasión el nivel de 7.5% anual en la tasa de fondeo, junto con las coberturas cambiarias han ayudado a estabilizar hasta ahora el tipo de cambio y, con ello, la inflación que poco a poco llega a niveles de 5.0% anual y con alta probabilidad de ubicarse en un menor nivel al cierre del año. El miércoles, el doctor Alejandro Díaz de León, gobernador del Banxico, consideró ante los senadores que la inflación inició una inflexión a la baja.

Con todo esto, consideramos que la petición de la ABM es indispensable, si queremos que la economía continúe siendo solvente y confiable para la confianza de los inversionistas y la propia sociedad, a la que se debe cualquiera de los candidatos a la Presidencia.

 

 

 

JNO