Del 26 al 30 de marzo se llevó a cabo la sexta Semana de la Integridad, convocada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la que representé a México intercambiando experiencias y mejores prácticas con organizaciones y funcionarios de países aliados.

Asimismo, tuvo lugar el Foro Integridad del planeta: construir una sociedad más justa, enfocado en aspectos de gran trascendencia: la globalización y la corrupción.

Actores gubernamentales, empresariales, académicos y sociedad civil dialogaron sobre avances y retos en torno a las desigualdades vinculadas a la globalización, la integridad en la gestión pública y la construcción de la confianza ciudadana en las instituciones del Estado.

La globalización, como fenómeno integrador de economías, ha beneficiado a millones de personas y contribuido al crecimiento económico de los países. No obstante, tales beneficios no han sido equitativos para toda la población mundial.

Esto resulta, entre otros, de mecanismos endebles de distribución de riqueza y del abandono de la ética y la integridad como valores reales de la administración pública, lo que posibilita la corrupción. Ante ello ha disminuido la confianza social en las instancias públicas y en la globalización como fenómeno capaz de brindar herramientas y oportunidades para mejorar la calidad de vida de las personas.

Por ello, deben impulsarse políticas de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana, desde un enfoque de gobierno abierto, donde la ciudadanía tenga derecho a conocer tanto las decisiones como las acciones de los gobiernos y que éstos se encuentren dispuestos a escuchar a la sociedad e incrementar su eficiencia.

En México fue creado el Sistema Nacional Anticorrupción como una instancia coordinadora, que pone al ciudadano al centro de la toma de decisiones a través del Comité de Participación Ciudadana. Sin embargo, su éxito depende de la capacidad de colaboración de los órganos que lo integran, los tres poderes de la Unión, órdenes de gobierno y sociedad civil. Sólo así se alcanzarán resultados óptimos en la prevención, investigación y sanción de faltas administrativas y hechos de corrupción.

Adicionalmente, la Secretaría de la Función Pública, junto con la Secretaría de Gobernación, la Fepade y el Inai, lanzó la Guía de Gobierno Abierto 2018, que permite a dependencias y entidades de la Administración Pública Federal realizar acciones en materia de: transparencia proactiva, participación ciudadana, blindaje electoral e innovación. Con esto, la ciudadanía podrá fácilmente conocer las decisiones y acciones del gobierno e incidir en el diseño de políticas públicas.

Lograr una globalización justa e incluyente es posible en la medida en que continuemos promoviendo a la integridad como principio toral del quehacer público. Es indispensable convertir a la llamada “caja negra” en una caja transparente y democrática, que restablezca la confianza ciudadana.

*Es secretaria de la Función Pública.

 

JNO