Foto: Reuters Zuckerberg no solo enfrenta la perdida de confianza de los usuarios de Facebook, sino el escrutinio de reguladores gubernamentales de Estados Unidos y de Europa  

DALLAS.– Facebook, la mayor red social del planeta al englobar a más de la cuarta parte de la humanidad, atraviesa por sus días más negros desde su creación hace 14 años.

La información de sus usuarios, el mayor tesoro que posee, fue indebidamente utilizada por la firma Cambridge Analytica, compañía que combinó el análisis de datos, la comunicación estratégica y maliciosas y sofisticadas tácticas psicológicas, para diseñar decenas de campañas políticas y asegurar la victoria de sus candidatos, incluyendo la de Donald Trump en 2016.

La explotación y mal uso de los datos de millones de usuarios de Facebook y la ineptitud y desidia de la red social para impedirlo, comenzó a ser revelado a finales de la semana pasada y desde entonces la controversia se ha multiplicado cubriendo con una sombra de desconfianza y animadversión a una de las más exitosas estrellas de Silicón Valley.

Facebook perdió 50 mil millones de dólares de su valor de mercado este lunes y martes, en los primeros días de intercambio de valores después de que se diera a conocer que los datos de millones de sus usuarios fueron recolectados, para entre otras cosas, ser utilizados al servicio de la campaña de Donald Trump.

El costo de su acción se ha desaplomado de 185 dólares el pasado lunes, a 168 dólares este miércoles. Pero aun mas dañino para la empresa, pudiera ser la campaña bajo el “hashtag” #DeleteFacebook (BorrenFacebook) que esta siendo tendencia en Twitter a raíz de las noticias, exhortando a los usuarios de Facebook abandonar de una vez por todas el uso de esa red.

La pesadilla para Mark Zuckerberg, el fundador, presidente y director general de Facebook, comenzó el pasado viernes cuando los periódicos The New York Times y The Guardian y The Observer of London, dieron a conocer que Cambridge Analytica, había utilizado datos privados de unos 50 millones de sus usuarios.

Cambridge Analytica, fue creada en 2013 por el multimillonario inversionista y científico computacional Robert Leroy Mercer, con la colaboración de Steve Bannon, exasesor político de Trump, cómo parte su empresa matriz británica SCL Group para participar en la política estadunidense, utilizando el análisis de datos para el diseño de campañas y mensajes políticos.

Antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, la compañía había permanecido prácticamente tras bambalinas. Durante las primarias republicanas, la firma prestó sus servicios al senador Ted Cruz, pero al renunciar a sus aspiraciones presidenciales ante el escaso apoyo, Cambridge Analytica paso a trabajar para la campaña de Trump.

Tras la sorpresiva victoria de Trump, muchos comenzaron a indagar cómo había logrado lo que parecía imposible y el nombre de Cambridge Analytica comenzó a ser asociado como factor clave en el triunfo del actual presidente de Estados Unidos.

Este fin de semana, al revelarse el mal uso de los usuarios de Facebook por parte de la firma, la red social reaccionó diciendo que esa empresa prometió en 2015 que todos los datos serían borrados y en respuesta a las nuevas revelaciones determinó prohibir a sus empleados cualquier interacción con esa compañía y con varias de sus asociadas.

Pero las medidas adoptadas por Facebook en los primeros días no han servido de mucho para apaciguar el escándalo, al continuar las revelaciones de que conocía del mal uso de los datos desde hacia cuando menos dos años y poco o nada hizo para impedirlo.

Este miércoles, Zuckerberg salió finalmente a confrontar la controversia rompiendo el silencio, para asumir la responsabilidad de lo que llamó “un rompimiento de confianza entre Facebook y las personas que comparten sus datos con nosotros y esperan que lo protejamos”.

“Tenemos que arreglar eso”, dijo en un comunicado colocado en su sitio de Facebook en el que esbozo un plan para asegurarse de que los datos de los usuarios estarán bien resguardados, cuatro días después de que se conociera el mal uso de los datos de millones de sus usuarios.

Zuckerberg no solo enfrenta la perdida de confianza de los usuarios de Facebook, sino el escrutinio de reguladores gubernamentales de Estados Unidos y de Europa que desean saber si, tanto en Washington como en Europa, quieren saber porqué Facebook no hizo un mejor trabajo para proteger información privada de sus clientes.

El fundador de Facebook ha sido convocado ya por un comité del parlamento británico para presentar pruebas sobre el uso de datos personales por parte de Cambridge Analytica, luego de que el presidente del comité de investigaciones de la Cámara de Los Comunes, lo acusara de “engañar” al comité.

Las revelaciones de investigaciones periodísticas, se han basado extensamente en la información proporcionada por Christopher Wylie, el joven canadiense exempleado de Cambridge Analytica que denunció cómo la empresa había utilizado datos de millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento.

Wyle reveló en declaraciones a The New York Times, la forma en cómo la firma de mercadotecnia política se hizo de la información de los clientes de Facebook. Cambridge Analytica pagó a Aleksandr Kogan, un profesor de psicología, más de 800 mil dólares para diseñar una aplicación para recaudar los datos de los usuarios de Facebook.

La aplicación creada por Kogan se basó en buena parte en el trabajo realizado por Michael Kosinski, un científico computacional especializado en conducta organizacional que descubrió que podía predecir mucho acerca de una persona en función de los “Likes” (me gusta) de Facebook.

Kosinski creó una prueba de personalidad en Internet que requería que los usuarios iniciasen sesión en Facebook para tomarla. Una vez que los usuarios iniciaron sesión, recolectó datos del perfil de Facebook del usuario, incluida la lista de páginas que les “gustaron”.

La prueba fue un éxito, y Kosinski pronto tuvo una gran base de datos de personas privadas de Facebook. Y descubrió que los datos de Facebook eran un pronosticador sorprendentemente bueno de otros rasgos demográficos y de personalidad, en algo que ha sido denominado cómo psicografía.

Kogan imitó el trabajo de Kosinski y creó una aplicación similar para recaudar datos de Facebook, aprovechando que la red social permite a los desarrolladores de software, el acceso a su “API”, la Interfase que permite el intercambio de datos entre sitios y aplicaciones de internet.

Kogan logró que unos 270 mil usuarios de Facebook tomaran un cuestionario de personalidad en la internet y aprovecho que la API de Facebook en ese momento permitía que la aplicación también recopilara una amplia gama de información sobre los amigos de cada usuario que accedía a responder el cuestionario.

El usuario promedio de Facebook tiene cientos de amigos, por lo que Kogan pudo aprovechar su base de usuarios de 270 mil personas para recolectar datos de aproximadamente 50 millones de clientes Facebook.

Facebook se ha defendido diciendo que Kogan les dijo que estaba recopilando los datos solo para fines académicos. Pero eso no fue así. Kogan compartió los datos con Cambridge Analytica para utilizarlos en su trabajo de orientación de anuncios.

Alexander Nix, director de Cambridge Analytica, suspendido por la compañía a raíz del escándalo, dijo en una conferencia en diciembre de 2016, al explicar el método de psicografia utilizado por la empresa, que “sobre la base de un promedio de 68 “likes” (Me gusta) de Facebook por usuario, era posible saber múltiples cosas.

Nix dijo que con esa información se podía predecir el color de piel de la persona (con un 95 de precisión), su orientación sexual con un 88 por ciento y su afiliación al Partido Demócrata o Partido Republicano con un 85 por ciento.

 

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