Foto: CUARTOSCURO La práctica del ejercicio regular podría ser la mejor opción, ya que encontraron una correlación entre la inactividad física y los problemas de salud que llegan con la edad  

LONDRES.- Investigadores sugieren que si las personas desean contrarrestar los costos físicos de envejecer, la práctica del ejercicio regular podría ser la mejor opción, ya que encontraron una correlación entre la inactividad física y los problemas de salud que llegan con la edad.

El hallazgo, que refuta la suposición de que el envejecimiento automáticamente hace más frágiles a las personas, fue hecho por científicos de la Universidad de Birmingham y del King’s College de Londres que realizaron un estudio con adultos de 55 a 79 años de edad que no fumaban ni bebían alcohol.

El equipo investigador evaluó a 84 hombres y 41 mujeres, a quienes pidió recorrer en bicicleta cierta distancia en un determinado tiempo, para después someterlos a una detallada revisión física y análisis clínicos.

Los hombres tenían que poder recorrer 62 millas (104.6 kilómetros) en menos de 6.5 horas, mientras que las mujeres debían poder transitar 37 millas (60 kilómetros) en 5.5 horas.

De acuerdo con los resultados del estudio, a diferencia del grupo de control (los participantes que no hicieron ejercicio regular a lo largo de su vida), los adultos que sí practicaron deporte no perdieron masa muscular ni fuerza durante la prueba.

Tampoco tuvieron aumentos de grasa corporal o niveles de colesterol relacionados con la edad, y sus sistemas inmunológicos fueron tan fuertes como personas jóvenes, destaca la investigadora Janet Lord, directora del Instituto de Envejecimiento de la Universidad de Birmingham.

Los hombres también tenían niveles de testosterona más altos que los adultos varones en el grupo control, precisan los científicos en un artículo publicado en la revista especializada Aging Cell.

“Nuestra investigación significa que ahora tenemos pruebas contundentes de que alentar a las personas a comprometerse con el ejercicio regular a lo largo de sus vidas es una solución viable al problema de que estamos viviendo más tiempo, pero menos saludable”, afirma Lord.

Niharika Arora Duggal, también de la Universidad de Birmingham, confía en que estos hallazgos “eviten el peligro de que, como sociedad, aceptemos que la vejez y la enfermedad son compañeros normales de cama, y que la tercera edad es algo que debe ser soportado y no disfrutado”.

JNO