“Si no hay piñatas no hay navidad”, declaró Refugio Lozano (72 años) uno de los piñateros e integrantes de la familia Los Lozano, quienes ya han comenzado con la producción de piñatas en el llamado “Kilómetro de la piñata” o “el Tejocote” , ubicado en Santa Elena, en el municipio mexiquense Cuautitlán.

Don Refugio y su familia se dedican a este oficio desde hace más de 100 años, pues sus abuelos ya trabajaron en ello y ahora sus hijos y nietos también lo desempeñan. Los más pequeños que laboran en el taller cuentan con apenas 12 años.

Su negocio se ha hecho popular a nivel nacional, pues partidos políticos, empresas y familias van directamente ahí en busca de piñatas para decoración o romperla en una posada. La competencia no los afecta, pues a lo largo de los años se han ganado de prestigio y de clientes.

Los Lozano elaboran piñatas con olla de barro y con cartón. Don Refugio comentó que las ollas ya no son hechas en el establecimiento, debido a que su elaboración ocasionó quemazones y molestó a los habitantes de los fraccionamientos que comenzaron a ser construidos en los alrededores, por esta razón ahora son exportadas desde Michoacán.

Los precios varían, van desde los 15 pesos (las más pequeñas) hasta los 1000 pesos (las gigantes, aproximadamente de dos metros de altura). “En este oficio nunca se descansa, producimos más de 100 piñatas al día, de las grandes hacemos 8. En otras fechas se trabajan piñatas de figura, para fiestas infantiles”, declaró Refugio.

PL