Madrid.- José Luis Terreros, director de la Agencia Española para la Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD), señaló que aunque los índices de salbutamol de Chris Froome en el control adverso de la Vuelta a España (2 mil nanogramos por mililitro) parecen un “resultado irrefutable”, habrá que esperar a “conocer más datos y las alegaciones del ciclista”.

 

Solo después la Unión Ciclista Internacional (UCI) puede decidir si sanciona al cuádruple ganador del Tour de Francia, dijo.

 

Según explicó a EFE el director de la AEPSAD, médico de profesión, el salbutamol es un broncodilatador que sirve para abrir los bronquios de las personas asmáticas y que puedan respirar adecuadamente.

 

“Y en el caso de los deportistas, además, para que les permita competir en las mismas condiciones que los demás. Es una medicina muy extendida entre los asmáticos”, añadió.

 

Teniendo en cuenta que el máximo permitido por el reglamento de la UCI con la citada sustancia es de mil nanogramos, la cifra de 2 mil la considera Terreros “irrefutable” dentro de lo que establece el reglamento, aunque no se aventuró a añadir qué es lo que pudo pasar en el caso de Froome.

 

“No sabemos qué ha podido ocurrir. Hay concentraciones de salbutamol muy por encima de la de Froome. Las causas pueden ser diversas, pero hay que esperar más datos. Tal vez utilizó el inhalador más veces de las debidas. Se debe esperar a sus alegaciones, sabemos que en condiciones de deshidratación puede aumentar el nivel de salbutamol, hay que investigar”, explicó.

 

Terreros señaló que “hay gran cantidad de asmáticos en la población general, una enfermedad muy extendida” y en el deporte, precisó, “a veces solo hay asmáticos por el esfuerzo que realizan”, ya que respirar muchos litros de oxigeno favorece la aparición del asma.

 

“Hay que contrastar muchos factores y tener evidencias antes de opinar de un caso como este”, señaló.

 

Según Terreros, se puede ser deportista de alta competición y asmático gracias a que existen medicamentos apropiados para esa enfermedad. “Si no, los asmáticos no podrían hacer deporte de alta competición”, concluyó.

 

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