¿Es posible enamorarnos de la esencia de las personas?, es el cuestionamiento que inspiró la más reciente película de Gabriel Mariño, uno de los diez directores latinoamericanos más prometedores según la revista Variety. El cineasta mexicano sigue cosechando éxitos con su segundo largometraje: Ayer maravilla fui, estrenada este año en el Festival de Cine de Morelia y ganadora de los premios a “Primer o Segundo Mejor Largometraje Mexicano” y “Mejor Actriz de Largometraje Mexicano”.

La cinta cuenta la historia de un personaje que, en palabras del director, “es una entidad, un personaje fantástico que vive en la Ciudad de México y cambia de cuerpo de manera incontrolable”. Este peculiar y solitario ser, que no puede controlar qué cuerpo habita ni por cuánto tiempo, contrasta su desesperanza con el amor que siente por Luisa (interpretada por Siouzana Melikian). Es así como iniciará una lucha por lograr estar junto a ella a pesar de su insólita condición.

Tras su doble triunfo en el Festival Internacional de Cine de Los Cabos, en donde se llevó el “Premio de la Prensa Internacional” y ganó en la sección de “México Primero”, Gabriel está listo para llevar su cinta a salas comerciales de México el próximo año. Además, está próxima a estrenarse en festivales internacionales de cine como Cannes y el de Berlín.

Gabriel Mariño indicó que para desarrollar la narrativa de esta película decidió prescindir de un guión tradicional y trabajar con un argumento de alrededor de quince páginas, una idea que llevaba gestando desde mucho tiempo atrás. Comento que: “Tenía muchas ganas de plantear una película sin guión, con mucha libertad, teniendo una gran participación de los actores, a la hora de crear, del productor, del fotógrafo […] me reuní con ellos y les gustó la idea”.

Carlos Verástegui, productor ejecutivo del filme y director asociado de Ache Producciones, y Siouzana Melikian, fueron figuras clave en la realización de esta cinta: “Estaban buscando un proyecto cinematográfico arriesgado, autoral, propositivo y que tuviera un personaje femenino interesante. Le platiqué la idea primero a Siouzana y luego ella se lo replicó a Carlos […] la verdad es que se aventaron el paquete, porque es riesgoso hacer una película sin guión”, explicó Gabriel Mariño.

Para Gabriel, la parte más difícil de hacer cine en México es la financiación y la distribución. “El cine es caro, se necesitan medios y se necesita mucha gente: profesionales que, junto contigo, necesitan tener un sueldo, por más pequeña e independiente que sea una película […] Si bien hay muchos fondos del estado, hay mucha competencia, porque hay mucho talento en México”, puntualizó.

Para el director mexicano, la principal finalidad de los festivales de cine y los premios es el hacer más fácil la financiación de futuros proyectos. En el caso de Gabriel, su participación en festivales y los premios que se le han otorgado por Ayer maravilla fui, representan una oportunidad para impulsar su próximo proyecto: Irekani. “Tengo justo el guión que no había podido financiar. Es un guión en el que ya he trabajado varios años y está bastante desarrollado. Irekani es una palabra purépecha que significa “estar vivo”, “vivir” o “habitar un lugar”, comentó con emoción.

PL