Un total de 800 millones de pesos se requieren para extender la red del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), que actualmente presenta una cobertura en 100 sitios de las zonas con peligro, desde donde tiene la posibilidad de detectar y registrar algún temblor grande.

 

Así lo señala Juan Manuel Espinosa, director general del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), asociación civil que opera el SASMEX.

 

Adicionalmente, precisa, cada año se requieren 180 millones de pesos para mantener el sistema con garantía de funcionamiento y viabilidad a fin de conservar esta “herramienta vital que no puede detenerse y debe asegurarse”.

 

El 19 de septiembre pasado, el Cires inició puntualmente, a las 11:00 horas, el sonido en la Ciudad de México con el fin de realizar el simbólico simulacro en honor a las miles de víctimas de 1985. “¡Alerta sísmica, alerta sísmica!” resonó en los altavoces del sistema.

 

Fue un simulacro que presagió la tragedia que se viviría a las 13:14 horas del mismo día, al ocurrir uno de los terremotos más intensos registrados en el Valle de México, de magnitud 7.1, y del que los ciudadanos fueron alertados apenas “seis segundos después de haberse iniciado la vibración”, indicó Espinosa.

 

“Hay un sensor prácticamente en el foco (Morelos) que pudo detectar el movimiento con mayor anticipación, pero se les suspendió el servicio por falta de pago para su mantenimiento. Lo mismo pasa en Michoacán”, explicó Espinosa.

 

El “electrocardiograma de la Tierra”, como llama al registro sísmico, “es un trabajo cuidadoso y definido que requiere retroalimentación en cuanto a las condiciones locales para no generar falsas expectativas”.

 

Al Gobierno federal se le ha propuesto complementar la cobertura en estados en peligro sísmico como Chiapas, Morelos, Tlaxcala, el noreste de Oaxaca y Veracruz, que hoy, después de la tragedia, están en diálogo con el Cires para la protección en las zonas de riesgo.

 

 

Alerta vital

El Sistema de Alerta Sísmica Mexicano se conformó inicialmente por el Sistema para la Ciudad de México (SAS) y el Sistema para la Ciudad de Oaxaca (SASO).

– En 1989 comenzó el desarrollo del SAS con 12 estaciones sismosensoras cubriendo un segmento de la costa de Guerrero.

 

– En la Ciudad de México, debido a la distancia hasta la costa de Guerrero, el SAS ha proporcionado avisos de alerta con un tiempo de aproximadamente 100 segundos.

 

– En 1999, el Gobierno de Oaxaca y el Cires desarrollaron el SASO con 37 estaciones sismosensoras operando en la costa, centro y norte de Oaxaca, cubriendo su territorio sísmico peligroso.

 

– En 2010, el Gobierno del DF invirtió en la ampliación de la cobertura sísmica con estaciones sensoras-sísmicas en los estados de Jalisco, Colima, Michoacán, Puebla, y complementar Guerrero.

 

 

 

con información de Agencias

*edición impresa 24 Horas

 

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