Melendre, un grupo de 54 voluntarios de diversas comunidades de Oaxaca, organizó una red de “compra donación” de huipiles (blusas de colores bordadas), luego de que el mercado principal en Juchitán quedó devastado por los sismos del mes pasado, lo que ocasionó que las costureras de las prendas tradicionales se quedaran sin empleo.

“El proyecto tiene como objetivo inicial gestionar 50 compra-donaciones, aunque esperamos crecer”, apuntó Aurora Catalán, voluntaria de Melendre.

Uno de los sectores más perjudicados como consecuencia de los terremotos fue el de las tejedoras, debido a la suspensión de las celebraciones zapotecas, conocidas como “velas”, ya que cientos de mujeres perdieron sus bastidores de madera, un elemento fundamental para la elaboración de huipiles.

Foto: Cortesía Melendre

Muchas mujeres en la zona del Istmo son bordadoras y no pueden trabajar”, destacó Catalán.

El proyecto funciona cuando un grupo de artesanas, que no hayan perdido sus bastidores, se organizan para apoyar a sus compañeras.

Con un fondo aportado por Melendre y a través de donaciones, se adquieren hilos y telas que ellas mismas mandan dibujar para que puedan comenzar a tejer, siendo remuneradas de acuerdo al tiempo y grado de dificultad del diseño de la prenda.

Las prendas confeccionadas se venden en la página de facebook de Melendre, a un costo entre dos mil y mil pesos por blusa.

Foto: Cortesía Melendre

El cliente-donante deberá recibir en su domicilio el producto en un lapso de dos semanas; con su pago se solventará el costo de producción y la adquisición de un bastidor elaborado por un carpintero local, mismo que se entregará a las bordadoras damnificadas.

En caso de que el donante deseé regalar la prenda adquirida, ésta será entregada a una persona de la tercera edad que haya perdido sus huipiles durante los sismos.

Los compradores donantes se encuentran muy entusiasmados con el proyecto. Lo que más les atrae es adquirir una prenda original y única, además del hecho de estar ayudando a familias enteras, mientras que las madres de familia se sienten agradecidas por volver a trabajar”, concluyó Aurora.

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