El Día de la Raza se conmemora cada 12 octubre, en México y en otras 18 naciones hispanohablantes, cuyo significado hace alusión al encuentro entre colonos europeos y los pueblos indígenas a partir del arribo de Cristóbal Colón a la isla de Guanahani, hoy San Salvador.

Para algunos especialistas en tema, esta festividad representó el fin de los orígenes de diversas culturas en países latinos, así como una sentencia a las costumbres de los pueblos indígenas en México, pobreza y marginación social hacia estos sectores de la población en nuestro país.

“Esta fecha marca el inicio del arribo de europeos, los cuales instauraron un sistema de dominación y de exclusión de los pueblos que habitaban esta tierra, cuyas consecuencias aún experimentamos: la exclusión, la marginación, e incluso la pobreza económica en la que viven los descendientes de los pueblos originarios es producto de este sistema de dominación extranjera que se impuso hace más de 500 años”, señaló Guillermo Fernández Ampié, doctor Estudios Latinoamericanos por la UNAM.

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los estados con un mayor índice de pobreza son Chiapas y Oaxaca; el primero con un total de 1.6 millones de personas pobres (mdpp) (76.2% del total de la población); seguido de Oaxaca, con 1.33 mdpp (66.8%).
En el año de 1928, José Vasconcelos, antiguo secretario de educación, propuso a través de su ensayo “La Raza Cósmica”, celebrar cada 12 de octubre esta combinación cultural, mas no la colonización.

En países como Cuba, esta fecha no está calendarizada, y en Venezuela, esta festividad se titula “Día de la “Resistencia Indígena”.

“Yo no comparto totalmente la idea de rechazar o ignorar esta fecha. ¿Cómo tratar de ignorar un evento histórico? No se puede ocultar, así es la realidad, yo creo que debemos de aprovecharla para reflexionar sobre el significado que tuvo para los pueblos originarios, y sobre las consecuencias de este acontecimiento”, apuntó.

Fernández Ampié considera que los mexicanos siguen conservando una errónea concepción hacia los indígenas, al señalarles como “ignorantes” y “brutos”. “Ellos dominan dos lenguas: la suya y el castellano”.

“Para estos pueblos, la llegada de los europeos no significó ningún otro beneficio, al contrario, fue la destrucción de todos, de su universo (…), fue un genocidio brutal que sólo tiene comparación con lo que hicieron los nazistas”, aseveró.

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