Kaila Mathven, heredera de uno de los mayores accionistas de la cadena Kentucky Fried Chiken (KFC), decidió enfocarse en el negocios de la lencería erótica y dejar a su padre el negocio de los pollos fritos.

 

 

Kaila inició su carrera en la alta costura para hacer sus propios diseños, los cuales, están dedicados a celebridades y a la sociedad de élite.

 

 

Su interés por la alta costura nació en la ciudad de la luz a los 16 años cuando participó como becaria en la Paris Fashion Week.

 

Mathven aseguró que cada una de las prendas que elabora cuidadosamente realizada para acoplarse al cuerpo de cualquier mujer.

 

 

 

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