Han pasado dos semanas del sismo de 7.1 de magnitud que los obligó a salir de sus hogares, y aún no reciben la visita de las brigadas de voluntarios para que revisen su inmueble, ni de alguna autoridad de la delegación o del gobierno central.

 

Son las familias que habitaban los inmuebles de Hacienda de la Escalera número 5, y Prolongación División del Norte 11, en la colonia Prados Coapa, justo a una cuadra donde se concentró la atención mediática luego del sismo del 19 de septiembre: el Colegio Enrique Rébsamen.

 

Incluso, buscaron por su cuenta a un Director Responsable de Obra (DRO) para que acudiera a su inmueble, y entre los inquilinos costearon los 30 mil pesos de la revisión.

 

Eso fue hace una semana; ésta esperamos que nos entregue el escrito. Según lo que nos comentó, se puede salvar el edificio, si lo reforzamos; el problema será costearlo, porque de mi trabajo me corrieron”, relató Laura Salgado Esparza, quien habitaba el edificio con el número 5.

 

Respecto a las brigadas de Protección Civil o de las de ingenieros y arquitectos que recorren edificios dañados, consideró que ello es mentira. “Aquí no ha llegado nadie, estuvo el Ejército, la Marina; mucha gente, pero del Colegio (de Ingenieros) nadie nos ha venido a ver”.

 

El día del temblor, recordó, estaba a una cuadra de llegar a su departamento, donde la esperaba su hija de 15 años de edad.

 

Recuerdo que corrí hacia mi edificio, que un policía me dijo que no lo hiciera, pero no me importó. Se levantó una nube de polvo y yo sólo gritaba que mi hija estaba adentro.

 

Por fortuna salió, cortada de los brazos, porque se regresó por su gato, y le cayeron vidrios encima, pero bien. Sólo que ahora lo hemos perdido todo: departamento, trabajo, la secundaria de mi hija quedó dañada; y encima, cuando ingresamos al otro día para sacar algo, ya nos habían robado una laptop, un iPad y mis alhajas”, comentó.

 

*edición impresa 24 Horas

 

caem