SEÚL.- Corea del Sur y China pidieron ayer cesar las “provocaciones” en la península de Corea, ante la reciente “guerra de palabras” entre Estados Unidos y la vecina Norcorea, advirtiendo que “no habrá ningún ganador” de desatarse un conflicto bélico.

 

En una primera reacción a las afirmaciones hechas la víspera por el canciller norcoreno, Ri Yong-ho, sobre que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “ha declarado la guerra” a su país, el Ministerio surcoreano del Exterior declaró que esas amenazas acentúan las tensiones en la península coreana.

 

“Corea del Norte debe darse cuenta de que sus provocaciones nucleares y de misiles y palabras amenazadoras provocan tensiones en la península coreana”, aseguró el portavoz del Ministerio local de Relaciones Exteriores, Noh Kyu-duk, según un reporte de la agencia informativa Yonhap.

 

En una rueda de prensa, el vocero rechazó el reciente intercambio de “palabras duras” entre Estados Unidos y Corea del Norte, y se pronunció a favor de diálogo entre ambos y promover conversaciones de desnuclearización lo antes posible.

 

En tanto, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae, instó ayer a Corea del Norte a sentarse ante la mesa de diálogo y destacó que el Estado comunista aún tiene una oportunidad para finalizar de manera pacífica su ambición nuclear.

 

En China, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lu Kang, desaprobó ayer la guerra de palabras entre Estados Unidos y Corea del Norte, y subrayó que “la guerra en la península coreana no tendrá ningún ganador”, según un reporte de la agencia estatal Xinhua.

 

En su conferencia de prensa regular con los medios internacionales, Lu dijo que “recientemente hemos escuchado amenazas de guerra demasiado a menudo, pero China confía en que Estados Unidos y Corea del Norte se den cuenta de que el recurso a medios militares “nunca será una salida viable”.

 

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China indicó que su país ha expresado repetidamente la esperanza de que tanto los estadistas estadunidenses como de Corea del Norte tengan la sabiduría de darse cuenta de que “recurrir al uso de la fuerza no es una opción para resolver la cuestión de la península”.

 

caem