Tras el sismo de 7.1 grados Richter registrado el pasado 19 de septiembre en la Ciudad de México, brigadas internacionales han arribado para apoyar en las labores de rescate y trabajos de remoción de escombros

 

Xavier Rodríguez

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Radar de Pulsos electromagnéticos: escanea a través de los muros de las construcciones colapsadas para realizar un análisis preliminar en la zona.

Sensores de movimiento: es un dispositivo electrónico equipado de sensores que responden a un movimiento físico e incluso a través de la pared.

Binomios canófilos: utilizados en la búsqueda de personas atrapadas en los edificios colapsados en un sismo.

 

Sin similitudes, sismos del 85 y de este año

La única coincidencia entre los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017 es la fecha, pues el primero liberó energía equivalente a 16.5 millones de toneladas de TNT y el de la semana pasada fue similar a 200 mil toneladas, indicó Berenice Castillo González, académica de la UNAM.

 

Comentó que la probabilidad de que ocurrieran dos sismos en la misma fecha era de apenas 5%, o de uno en 700.

 

Castillo González, quien es geógrafa, meteoróloga y maestra en Ciencias Ambientales, dijo que el sismo de hace 32 años fue 10 veces más poderoso que el ocurrido hace seis días.

 

Agregó que si habría que buscar coincidencias entre ambos sucesos, además de la fecha, sería que en el nivel de la escala Mercalli los dos alcanzaron la máxima medición. Sin embargo, aclaró que esta escala es complemente subjetiva, y no se determina con base a algoritmos como en la de Ritcher.

 

La académica resaltó que el suelo de la ciudad hace que se intensifique la fuerza de un sismo, “es un suelo blando donde las ondas se propagan de manera distinta, es un suelo vulnerable para la propagación de ondas sísmicas”.

 

Insistió en que la población debe tomar en serio una cultura de protección civil para reducir, en la medida de lo posible, la vulnerabilidad a la que se está expuesto.

 

con información de Jorge X. López

 

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