Donald Trump juró en agosto de 2015 que nunca más volvería a comer una Oreo al conocer que una planta de producción de Chicago se mudaría a México. Dos años después nada ha cambiado, sigue siendo una de las tres marcas más cool para la generación Z a nivel global, afirmó Santiago Aguilera, director de Comunicación y Asuntos de Gobierno de Mondelez México.

 

Sin atreverse a especular sobre el impacto ante una eventual cancelación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el directivo destacó que la galleta con más de 100 años en el mercado internacional, pero cuyo origen se remonta a la calle Chelsea, en Nueva York, se mantiene en el Top 3 de las galletas de sándwich.

 

“Seguimos haciendo negocios a nivel global y por supuesto en México. Nada ha cambiado”, y prueba de ello es la consolidación de su infraestructura operativa en el país, como la inversión de más de 133 millones de dólares, desde 2014, en su planta Puebla, donde produce 72 mil toneladas de chicles y caramelos al año, lo que la convierte en la fábrica de confitería más grande del mundo.

 

Esta planta exporta 52% de su producción a 26 países como Estados Unidos, Canadá, China, diversos países de América Latina, y Sudáfrica.

 

Con más de 90 años en el país, Mondelez México opera dos planta además de la de Puebla, una en Ecatepec, Estado de México, donde fabrica abarrotes y quesos (como la icónica marca Philadelphia), y una en la Ciudad de México, para la producción de galletas de diferentes marcas, incluida la Oreo, dedicada en exclusiva al mercado nacional.

 

El 22 de agosto 2015, la marca fue objeto de la furia de Donald Trump, entonces aspirante a la candidatura republicana a la Presidencia de EU. Esto, luego de que Mondelez Internacional anunció que trasladaría la producción de Chicago a Salinas Victoria, en Nuevo León.

 

La compañía matriz de Oreo decidió invertir 130 millones de dólares en la construcción de cuatro líneas de producción nuevas en una planta en México, para sustituir nueve líneas de producción en su planta de Chicago.

 

La producción de galletas de esta fábrica está dedicada exclusivamente a abastecer al mercado estadounidense, por lo que reporta directamente a Mondelez Internacional.

 

caem