Force India deberá evitar -con órdenes de equipo- que sus pilotos vuelvan a reaccionar de forma imprudente haciéndole perder puntos que, de no ser por la pésima temporada de Williams, le quitarían también su posición en el campeonato y, peor aún, le dejarían en un ridículo escandaloso.

 

Antes del Gran Premio de Bélgica la cuota había sido un conflicto por carrera entre Pérez y Ocon, pero ahora la intensidad subió de forma alarmante porque los incidentes fueron dos y pudieron causar choques a casi 300 km/h.

 

En el primer contacto no hay nada que discutir: Sergio Pérez admitió que en la arrancada protegió su posición frente a Nico Hulkenberg y por ello se fue, sin verlo, contra Ocon hacia el lado derecho, justo antes de entrar a la peligrosa curva llamada Eau Rouge. Valiente reconocimiento de Pérez. Era la vuelta uno.

 

Lo fuerte vino después, cuando, con inteligencia y buen ritmo, Checo se metió a pits, cambió neumáticos, cumplió penalización de cinco segundos y aun así salió por delante de Ocon. Enseguida el piloto francés hizo una maniobra anunciada, tratando de perturbar a Pérez de nueva cuenta en la subida a Eau Rouge, donde además el espacio es bastante más angosto que en el resto del circuito. Y Checo Pérez cayó.

 

Volvió a cerrar la puerta, Ocon decidió no levantar el acelerador y se produjo un contacto muy similar a aquel que el francés originó en el circuito de Bakú. Hace semanas, en estas mismas páginas, comenté que Esteban está jugando un papel estudiado, de desafiar y desgastar a Sergio Pérez porque no tiene nada que perder y cada vez que Checo se enganche su posición será vulnerable.

 

Y así ocurrió. Me parece que Pérez también carga con la mayor responsabilidad en la segunda maniobra, donde el contacto le cobró la pinchadura de un neumático, dejándolo fuera de combate.

 

Consideremos: ¿Los dos pilotos se excedieron en agresividad? Sí. ¿Ambos pudieron ceder en algún momento? Sí. ¿Tuvieron oportunidad de atacar donde la pista se abre para acomodar dos líneas? Sí, claro.

 

Pero en ninguno de ellos cupo la sensatez. La lógica dicta que quien más ha ganado, Pérez en este caso, es quien debería utilizarla en su beneficio. Sin embargo, Checo se mostró descontrolado.

 

La tendencia es ya muy clara: Ocon va por Pérez y Pérez va por Ocon. Dos profesionales se han ido perdiendo el respeto y también el de las maniobras que ejecutan, pues se tocaron casi a 300 km/h y no es cosa menor.

 

Force India es el primer responsable, porque permitió dudas sobre un eventual intento de rebase en Canadá y ahora tiene que separar a estos rivales deportivos con tácticas que limitarán el potencial de uno y otro. Empaquetarlos es la solución postulada por la escudería.

 

¿Y quién dijo que sería fácil? En apenas un par de días, en unas cuantas horas, Force India deberá probar que es un equipo adulto y deberá controlar a sus descontrolados pilotos antes de que lleguemos a Monza. Ésa es igualmente una pista seria, lo mismo que Spa que esta vez perdonó; la de Milán es el templo de la velocidad donde no hay golpe pequeño. Por ello exigimos adultos en una pista para gente grande.

 

caem