Una turista de 57 años falleció en la famosa Maho Beach a consecuencia de un Jet Blast, fenómeno producido por los motores turborreactores, especialmente durante la aceleración del despegue.

 

Según diversos medios internacionales, la turista se golpeó la cabeza con un bloque de concreto después de ser lanzada por la fuerte corriente de aire.

 

La neolandeza pasó algunas horas internada en el hospital de la isla, pero murió a causa de las fuertes lesiones.

 

La playa es muy visitada por turistas quienes a diario la visitan con la finalidad de vivir una experiencia extrema.

 

Y aún cuando muchos saben los riesgos que este desafío representa, aguardan a la orilla del mar con la única finalidad de ser lanzados y mojarse.

 

aarl