El hijo de Silvestre Aníbal Garma Arenas, quien tiene bajo su control la videovigilancia y monitoreo de llamadas de emergencia en el 911 de la capital poblana, fue acusado de secuestro y extorsión, sin embargo, la Fiscalía de Puebla lo liberó al considerar que no estaban acreditados los ilícitos.

 

Silvestre Aníbal G. L. además de ser hijo del director Operativo del Centro de Control, Coordinación, Comando y Cómputo (C5), de Puebla, también labora en dicho organismo, aunque no se especifíco el cargo que ocupaba.

 

Silvestre Aníbal G. L., de 27 años, fue detenido por policías municipales de San Pedro Cholula al viajar a exceso de velocidad en un automóvil con vidrios polarizados, donde transportaba a un joven que denunció ser víctima de secuestro y extorsión. Al momento de su arresto estaba en posesión de una pistola calibre .9mm con nueve cartuchos útiles.

 

Este jueves las autoridades de Cholula boletinaron su detención junto con la de sus dos cómplices: Luis M., de 23 años de edad, y Miguel M., de 40 años; originarios de originarios de Morelos y Puebla, respectivamente.

 

Sobre su detención se informó que se les detuvo en flagrancia ya que Silvestre Aníbal viajaba en la parte trasera junto con un joven a quien minutos antes privaron de su libertad en la colonia El Vergel del municipio de Puebla.

 

La víctima acusó al hijo del funcionario y sus cómplices de obligarlo a firmar pagarés por un valor total de un millón 250 mil pesos y una camioneta tipo Dodge Journey a cambio de dejarlo de libertad.

 

Sin embargo, tras ser puestos a disposición de la Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (Fisdai), estos dieron como válida la versión de los detenidos que argumentaban no estar cometiendo un secuestro sino cobrando una deuda.

 

ot