Derivado de la buena relación que guarda el Gobierno de la Ciudad de México con Francia y a partir de diversas colaboraciones que tuvimos en días pasados, un par de instructores franceses, el capitán Mohamed Bouffetouse y el cabo jefe Laurent Vázquez, ambos de la Policía Nacional Francesa e integrantes de las Compañías Republicanas de Seguridad, se sorprendieron cuando al preguntar a sus homólogos sobre qué armas se utilizaban para contener, distribuir y controlar multitudes, encontraron como respuesta que únicamente el escudo, las formaciones y megáfonos para comunicar; preguntaron sobre el uso de bastones, tanquetas de agua, pistolas eléctricas y se les respondió que no, por lo cual quedaron sorprendidos.
En la Ciudad de México, capital del país, eje de las libertades y democracias, es impensable no ejercer un modelo policial con base en la ley y enmarcado en el respeto de los derechos humanos, la forma como el orden social, la paz pública y el cumplimiento de la ley, hoy, son vectores vinculados al ejercicio de cualquier derecho. Cabe recordar que simplemente el año anterior se realizaron siete mil 612 movilizaciones, de las cuales dos mil 622 fueron por cuestiones del ámbito local y cuatro mil 490 eran manifestantes de otros estados del país con demandas del orden federal; a éstas asistieron aproximadamente cuatro millones de personas. Es de resaltar que en un solo día hemos llegado a tener 19 manifestaciones diferentes; sumado a ello se realizaron siete mil 40 eventos artísticos, ocho mil 490 culturales, 466 deportivos y mil 24 religiosos.
En este sentido, con la presencia policial participamos para resguardar derechos, garantizar el orden social y garantizar la paz pública. Una ciudad con una población cercana a los 20 millones de habitantes no podría coexistir, sino es a través del orden social. Los eventos masivos como conciertos o partidos de futbol en su correcto desenvolvimiento generan el equilibrio de una sociedad, para que se reúnan pacíficamente 15.8 millones de personas.
Hoy, el respeto a los derechos humanos transita por el respeto a diversas garantías individuales. Por ejemplo, la Policía de la Ciudad de México permite la coincidencia en las marchas de la libre expresión de ideas, con la garantía de libre tránsito de los demás habitantes de la capital; permite realizar modelos logísticos operativos, donde en el paisaje urbano de Reforma observamos de un lado manifestantes y del otro lado posterior al camellón, la circulación bidireccional de vehículos. Para ello también está solventar la actuación policial con apego a la legalidad; es así que recientemente se emitió un Protocolo de Actuación Policial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México para la Protección de Personas en el Contexto de Manifestaciones o Reuniones, con el propósito de contar con la proporcionalidad en el uso de la fuerza en el actuar policial, respetando, reconociendo y protegiendo la labor de grupos organizados garantes de los derechos humanos y periodistas.
En suma, son tiempos complejos en la visión social, a veces aderezada por los tiempos políticos. Pero la ciudadanía debe estar cierta que el Modelo de Gestión de Policía Social es una política pública del Gobierno de la Ciudad de México, que busca que cada habitante haga uso de sus libertades y sus derechos en la expresión pacífica de éstas.
Más allá de algunos intentos de personajes, la ciudadanía debe de percibir en su vida cotidiana el normal desarrollo, y con la seguridad de que los cuerpos policiacos que conforman la Ciudad de México, todos los días trabajamos para mantener el orden social, el equilibrio, en cumplimiento de lo legal y en combate frontal al único enemigo en común que existe entre la gente y la policía… Ese enemigo es la delincuencia, y la confianza para generar denuncias nos permitirá reaccionar para enfrentar a la delincuencia; también recordar que en el último informe presentado ante la Asamblea se dio cuenta de la detención de 39 mil 864 delincuentes que cometieron diversos delitos de alto y bajo impacto. Seguiremos trabajando en ello todos los días.
La Policía, en defensa de la sociedad.