La Selección Sub-17 aprovechó su gran puntería desde la definición desde los 11 pasos y fue tan sólo un error de los estadounidenses lo que definió un partido que parecía perdido para los nuestros. Con la victoria, los jóvenes nacionales consiguieron el triplete del certamen de Concacaf.

 

 

El primer tiempo pasó sin mucha acción, ni peligro sobre las porterías rivales, incluso los mexicanos generaron un poco más de peligro en la portería rival, aunque no pudieron concretar nada y al sonar la ocarina del término de los primeros 45 minutos, el empate sin goles, prevalecía.

 

 
Para los segundos 45’ del tiempo regular, hubo un descuido en la zona baja de México, y el vecino del norte abrió el marcador ante el desconcierto de los muchachos de verde. Posterior a la anotación de Estados Unidos, el conjunto nacional se vio dominado y cayó en varias imprecisiones, pero, afortunadamente, no se vio reflejado en más goles del oponente.

 

 
Los minutos pasaban y México tenía el dominio del balón, pero no conseguía el empate. La banca de los que sucumbieron en penales, ya celebraba que le quitarían a México el título, pero no contaban con que Carlos Robles empataría el encuentro, con segundos por jugar en el tiempo de compensación.

 

 
Sonó el silbatazo final y llegaron los penales, instancia donde el Tri Sub-17 cobró de manera magistral sus cinco disparos, y fue el zaguero Akil Watts, de Estados Unidos, quien voló su disparo y así llegó el tricampeonato.