Donald Trump acaba con una tradición en la Casa Blanca que acercaba a los mexicanos con la respectiva Presidencia de Estados Unidos.

 

La Batalla del 5 de Mayo, más celebrada en EU que en México, ameritaba una gran fiesta; tan sólo en 2016, Barack Obama celebraba su último año en esta fecha,  con un concierto del grupo mexicano Maná y una barra libre de margaritas.

 

Al tiempo, Donald Trump -aún como empresario- comía en honor a la batalla que encabezó Ignacio Zaragoza en Puebla, un bow de tacos.

 

Era 5 de mayo de 2016 y presumía la creación culinaria del Grill de una de las Trump Tower.

 

 

Ahora, como Presidente de EU y con el objetivo de poner un muro para evitar a los mexicanos ilegales, fue Pence quien recibió a un centenar de invitados que comía tacos en miniatura en la Casa Blanca; mientras escuchaba a un trío musical poco conocido y bebía vino o cerveza, eso sí, de marca mexicana.

 

“¡Buenas tardes a todos y feliz casi cinco de mayo!”, dijo Pence en español al comenzar su discurso en la ceremonia.
Trump, al momento, atendía al Primer Ministro de Australia y con él conmemoraba el 75 aniversario de la batalla del Mar Coral. Así cambió en un año.

 

 

 

DCA