“Ghost in the Shell” y “The Boss Baby”, las principales novedades de la cartelera estadounidense para este fin de semana, quieren el número uno de la taquilla, controlado desde hace dos semanas por la nueva versión de “Beauty and the Beast”.

 

El desarrollo extremo de la inteligencia artificial, el derrumbe de la privacidad y la invasión tecnológica a todos los niveles son algunos de los dilemas que plantea “Ghost in the Shell”, dirigida por Rupert Sanders y en cuyo reparto Scarlett Johansson aparece escoltada por Juliette Binoche, Michael Pitt, Pilou Asbaek y Takeshi Kitano.

 

Johansson encarna a Major, una “cyborg” diseñada para servir en un cuerpo de élite policial. Considerada como la primera de una nueva evolución de la fusión entre el ser humano y las máquinas, su mundo se vendrá abajo al descubrir nuevos aspectos sobre la naturaleza de su identidad y su pasado.

 

El otro gran estreno es el de “The Boss Baby”, una cinta de animación obra del estudio DreamWorks que muestra cómo la llegada de un bebé a la familia impacta de forma decisiva en todos sus miembros, una historia narrada desde el punto de vista del hermano mayor del bebé, de siete años.

 

La cinta, dirigida por Tom McGrath, cuenta con las voces de Alec Baldwin, Steve Buscemi, Jimmy Kimmel y Lisa Kudrow en su versión original.

 

También se estrenan los dramas “The Zookeeper’s Wife” y “Cezanne and I”.

 

“The Zookeeper’s Wife”, de Niki Caro, cuenta la historia real de los cuidadores del zoo de Varsovia, Antonina y Jan Zabinski, que ayudaron a salvar cientos de animales durante la invasión de la Alemania nazi en la II Guerra Mundial.

 

Jessica Chastain, Johan Heldenbergh, Daniel Brühl y Timothy Radford son los protagonistas.

 

Por su parte, “Cezanne and I”, de Danièle Thompson, es un relato histórico que analiza la amistad entre dos de los más célebres artistas franceses del siglo XIX, el pintor Paul Cézanne (Guillaume Gallienne) y el escritor Emile Zola (Guillaume Canet).

 

La cinta cuenta cómo se conocieron en la escuela y cómo se forjó su particular rivalidad creativa mientras la fama y el éxito daban la espalda a Cézanne