Un menor crecimiento y los desafíos que esto implicaría para la estabilización de la deuda pública mexicana, impulsan la perspectiva negativa de la calificación soberana de México, señaló Fitch Ratings, que además alertó sobre el riesgo de baja a la nota crediticia si se deterioran los vínculos con Estados Unidos

 

 

 

En diciembre, la agencia revisó la perspectiva de la calificación soberana en moneda extranjera y moneda local de México a negativa desde estable y afirmó sus calificaciones de largo plazo en ‘BBB+’. Ayer, en un nuevo informe especial se refirió al aumento en la incertidumbre económica ante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y controles de inmigración más estrictos en EU, que podrían mermar la demanda interna mexicana en el corto plazo.

 

 
“No se sabrá la magnitud de las potenciales ramificaciones de las políticas estadunidenses sobre México hasta que se den a conocer más detalles sobre el alcance y contenido de los cambios que se realizarán en términos de comercio exterior y asuntos de inmigración”.

 

 
Indicó que la carga de la deuda mexicana, estimada en 46% del Producto Interno Bruto, es más alta que la mediana de BBBs, de alrededor de 40%, por lo que ejerce presión adicional sobre el perfil crediticio de México.

 

 
“Un deterioro en los vínculos de México con EU, que redujera sus perspectivas de crecimiento y/o debilitara su balance general externo, podría ser negativo para las calificaciones de México.

 

 

Además, un crecimiento bajo y/o una política fiscal que impidiera que la deuda pública disminuyera, presionarían la calificación soberana a la baja”.

 

 
Cuestionado sobre una posible baja en la calificación soberana de México, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, reconoció que “no es imposible” que Moody’s, Standard and Poor´s o Fitch ajusten, pero tampoco se ha por descontado.

 

 
A pesar de la baja en la expectativa a negativa, dijo, “tenemos una mejor calificación hoy que la que teníamos hace cuatro años”.

 

 
En una entrevista radiofónica mencionó que existe diálogo con las agencias para generar confianza en temas como el de Pemex, que preocupaba mucho, para hacerles saber el plan de negocios de la empresa; sobre el cumplimiento de las metas en materia de finanzas públicas.

 

 
“No quiere decir que no podamos enfrentar esa contingencia (la baja en la nota) en el futuro cercano, pero yo no lo doy por descontado porque de un año para acá las cosas se han movido en favor de mayor certeza”.

 

 
Según el funcionario, lo que esperan las calificadoras es un programa de consolidación fiscal que estabilice la deuda y empiece a disminuir “y en eso estamos”, en un entorno difícil.

 

 
Respecto a un posible recorte, dijo que se monitorea el gasto y durante los primeros dos meses el resultado fue favorable, sin embargo, si es necesario se aplicará.

 

 
A partir del 30 de marzo próximo, cuando se cumple un año de que Mody’s ajustó a negativa desde estable la perspectiva sobre la calificación soberana de México, la calificadora podría pronunciarse sobre la nota crediticia del país.

 

 
NUEVO BONO

 

 
Respecto a la colocación de un bono en los mercados locales de deuda por un monto de 15 mil millones de pesos con un plazo al vencimiento de 30 años, Meade la calificó como una buena noticia.

 

 
“Es una colocación que tiene que ver con un proceso de administración de deuda. Nos va a ayudar a prepagar vencimientos que teníamos en el 2018 y 2019”. Además, destacó que hubo el doble de demanda, lo que pone de relieve que tenemos buen acceso al mercado en pesos a plazos largos, en condiciones de tasa atractiva y que tenemos capacidad, por lo tanto, de darle una buena gestión a nuestra deuda.