NUEVA YORK. Varias de las mayores tecnológicas de Estados Unidos -incluidas Google, Apple, Microsoft y Facebook- criticaron en las últimas horas el veto a los ciudadanos de varios países decretado por el Presidente del país, Donald Trump.

 

 

Mientras, el popular servicio de transporte Uber, que también condenó la medida, se vio envuelto en una fuerte polémica fruto de lo que, según la empresa, fue un malentendido.

 

 

En correos electrónicos enviados a sus empleados y en mensajes en las redes, los líderes de Google, Apple, Twitter y Facebook se posicionaron contra la orden ejecutiva de Trump y recordaron el enorme valor que los inmigrantes aportan a sus empresas.

 

 

“Apple no existiría sin la inmigración”, aseguró el máximo responsable de la compañía californiana, Tim Cook, en un mensaje a la plantilla, en el que expresó su preocupación por el impacto que la orden puede tener para varios empleados.

 

 

Google estimó que al menos 187 de sus trabajadores podrían verse afectados directamente y su consejero delegado, Sundar Pichai, se mostró muy crítico con la medida.

 

 

Ya el viernes, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, atacó la orden de Trump y defendió la necesidad de mantener las puertas abiertas a inmigrantes y refugiados.

 

 

Varias empresas tecnológicas creen que las posturas sobre inmigración del nuevo mandatario estadounidense atacan directamente su capacidad para fichar y retener a empleados de otros países y, según varios medios, están estudiando respuestas.

 

 

Mientras tanto, Uber protagonizó una curiosa polémica, cuando canceló en Nueva York las subidas de precios que aplica cuando sus vehículos tienen mucha demanda en medio de un paro de taxistas para protestar contra la decisión de Trump.

 

 

Muchos clientes consideraron que la acción era una forma de aprovecharse de la huelga y rápidamente las redes sociales se llenaron de llamamientos a boicotear a Uber, cuyo consejero delegado, Travis Kalanick, forma parte de un grupo que asesora a Trump sobre economía.

 

 

La empresa, mientras, insistió en que su movimiento fue malinterpretado, pues buscaba únicamente facilitar el transporte desde y hasta el aeropuerto de Nueva York, donde miles de personas acudieron a protestar contra la orden de Trump.

 

 

Kalanick, de hecho, publicó un mensaje que había enviado a sus empleados criticando la medida y ofreciendo apoyo a los posibles afectados.

 

 

Mientras, Lyft, el mayor competidor de Uber, expresó también hoy su oposición frontal a la orden de la Casa Blanca y anunció una donación de un millón de dólares a la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU), una de las organizaciones que está peleando en los tribunales contra la medida.