A unos días del segundo ajuste al precio de los combustibles, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, planteó la posibilidad de destinar “excedentes para atemperar” el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
“Tenemos que hacer también valoraciones, como las que hicimos en diciembre. En diciembre veíamos la posibilidad de destinar excedentes para atemperar el IEPS. Como tú sabes, ahorita hay enormes espacios de volatilidad, por lo que también será proceso de evaluación en términos de cómo se ven las diferentes variables”, dijo en una entrevista radiofónica.
El funcionario señaló que el “importante” ajuste aplicado a partir del 1 de enero, de 14.2% para la Magna, de 20.1% para la Premium y 16.5% para el diésel, reflejó dos condiciones inusuales. La primera, un incremento de poco más de 20% en el precio del petróleo en el último trimestre del año pasado, debido al acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y segundo, una depreciación del peso frente al dólar.
Sobre la magnitud del aumento previsto a partir del 4 de febrero, dijo que este año el precio del petróleo se mantiene estable y en el tipo de cambio persiste una gran volatilidad. Los dos fenómenos que antes estuvieron presentes hoy no lo están, “el tipo de cambio sí, no en la misma magnitud que se dio en diciembre, pero habrá que esperar y ver toda esta volatilidad en qué se traduce”.
Impacto inflacionario
El aumento de los precios en los servicios a la vivienda como el agua, electricidad, gas y otros combustibles, fue más elevado para la población con ingresos mensuales de hasta un salario mínimo, con un alza de 2.35% en los primeros 15 días del año, cifra mayor al aumento general de la inflación que fue de 1.51%.
Según la información del INEGI, el alza en esos energéticos básicos tuvo un menor impacto para las familias con ingresos de entre uno y tres salarios mínimos, en donde el aumento fue de 2.04%; para las familias con ingresos de entre tres y seis salarios mínimos el alza fue de 1.88% y para la población con ingresos superiores a seis salarios mínimos, el aumento fue de 1.32%.
Para la población con el ingreso mínimo, el alza de la gasolina provocó un aumento en los primeros 15 días del año de 5.75% en los precios de transporte, que incluye auto propio, camión urbano, suburbano y servicios de taxi.
Y aunque el alza en el transporte fue generalizada para todos los estratos de ingreso, analistas del Grupo Financiero Invex consideran que la afectación fue mayor para la población con menores recursos monetarios, toda vez que destinan alrededor de 20% del total de sus ingresos.
Por su parte, Alejandro Saldaña, analista de Ve por Más comentó que según la encuesta ingreso-gasto que elabora el INEGI, la población con menores ingresos destina más recursos a alimentación y transporte, pero ahora si se suma el aumento de los energéticos los resultados van a experimentar un cambio de tendencia en los recursos disponibles de las familias.
“Un riesgo mayor en los aumentos de los energéticos y su contagio a otras mercancías podría suceder si continúa la depreciación del peso mexicano, que ya suma 20% en el último año, lo que provocaría mayores presiones en el nivel de precios a futuro”, dijo Saldaña.

 

 

Bajo análisis
“Tenemos que hacer también valoraciones, como las que hicimos en diciembre, cuando veíamos la posibilidad de destinar excedentes para atemperar el IEPS”
José Antonio Meade
Secretario de Hacienda