Investigadores de la Policía israelí llegaron esta tarde a la residencia oficial del primer ministro, Benjamin Netanyahu, para interrogarlo en relación con varios casos de corrupción.

 

Los vehículos policiales entraron en el recinto poco antes de las 19.00 locales (17.00 GMT), hora prevista para el interrogatorio, que no tendrá límite de tiempo.

 

Netanyahu deberá responder a las sospechas de haber recibido importantes regalos y beneficios de parte de empresarios, que han aparecido en dos sendas investigaciones policiales sobre casos de soborno y fraude.

 

Tras el interrogatorio, la Fiscalía decidirá si abre una investigación criminal, en la que podrían imputarse delitos de fraude, ruptura de la confianza y aceptación ilegal de regalos.

 

“Todavía no celebréis”, dijo el primer ministro israelí a la oposición horas antes de ser cuestionado, en referencia al revuelo político y mediático que han generado las acusaciones, en las que también estarían implicados varios miembros de su familia.

 

Continuaréis haciendo salvajes acusaciones y yo seguiré gobernando el Estado de Israel“, declaró Netanyahu, según el diario “Ynet”.

 

El primer ministro insistió hoy en que “nada pasará porque nada hubo” y asegura que las alegaciones no tienen fundamento.

 

El líder de la oposición de Unión Sionista, Isaac Herzog, le respondió que no hay razones para celebrar: “No es un día alegre. Es un día duro para Israel”, manifestó, según “Ynet”.

 

Los diputados de la formación política de Netanyahu, Likud, han rechazado las acusaciones y consideran que se trata de una “campaña orquestada” para dañar la imagen del líder israelí.

 

La unidad Lahav 433 de la Policía está a cargo del procedimiento y ha tardado más de una semana en conseguir una cita en la apretada agenda del mandatario para este interrogatorio, que está siendo grabado y transmitido en tiempo real a altos cargos de la Policía y la Fiscalía, según informó hoy el diario “Maariv”.

 

El interrogatorio se centra en dos casos de corrupción que investiga la Fiscalía desde hace meses, el principal nombrado “Caso 1.000” y otro de delitos menores denominado “Caso 2.000”.

 

La instrucción incluye 50 testimonios, entre ellos el del empresario judío estadounidense Ron Lauder, un viejo amigo de Netanyahu, que confirmó a la policía haber dado varios regalos al primer ministro y financiar un viaje al extranjero para su hijo Yair, informó el diario “Haaretz”.

 

Tanto la oficina del primer ministro como la Policía declinaron hacer comentarios “por el momento” sobre el interrogatorio.