ROMA. Paolo Gentiloni, aristocrata romano de 62 años, ministro de Relaciones Exteriores del gobierno del renunciante Matteo Renzi, que ayer temprano abandonó con sus petates su residencia en la sede gubernamental, es el nuevo primer ministro de Italia.

 

El hasta ahora ministro italiano de Exteriores recibió el encargo de formar un Gobierno por parte del presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, tras la dimisión de Renzi por su fracaso en el referéndum del 4 de diciembre sobre la reforma constitucional.

 

En esta primera jornada, Gentiloni conversó con miembros de Democrazia Solidale-Centro Democratico, Scelta Civica y Sinistra Italiana.

 

Mañana será el turno del Partido Demócrata (PD), en el Gobierno; de la coalición conservadora Area Popolare; de Forza Italia, del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, y del ultraconservador “Fratelli d’Italia”, de Giorgia Meloni.

 

También están convocados para mañana el Movimiento Cinco Estrellas y la xenófoba Liga Norte, que han mostrado su rechazo a la formación de este Ejecutivo, el cuarto no elegido en las urnas en los últimos cinco años en Italia, y han pedido elecciones con la mayor celeridad posible.

 

Ambas formaciones no participarán en las consultas, según los medios italianos.

 

Gentiloni deberá elaborar en las próximas horas un proyecto de Gobierno que posteriormente presentará al presidente de la República italiana antes de jurar su cargo como primer ministro.

 

Responsabilidades

 

Deberá impulsar una ley electoral que permita celebrar comicios, gestionar la asistencia a los damnificados por los terremotos que han asolado el centro del país. También deberá lidiar con el delicado estado en el que se encuentra el banco italiano Monte dei Paschi di Siena (MPS), que afronta en estos momentos un proceso de recapitalización de cinco mil millones de euros.