Miguel Ángel Yunes es un ganador.

 

Ganó la elección con su pasado de sospechas.

 

Cuando fue secretario de Gobierno con Patricio Chirinos y con su política de garrote –a él se acredita el encarcelamiento de Dante Delgado– y siendo priista llevó al PRI a su primera gran derrota en Veracruz.

 

Cuando Roberto Madrazo lo rescató de la nada y lo hizo director de Asuntos Jurídicos del PRI, con una millonada de recursos para fracasar en la defensa de la multa por el Pemexgate.

 

-Nos salió en mil millones de pesos ese chistecito –recuerda Madrazo.

 

-Todavía debemos dinero de aquel error de Yunes -me informa un miembro del equipo de finanzas del Comité Ejecutivo Nacional.

 

Volvió a ganar cuando, enfrentado a Madrazo, se echó en los brazos de Elba Esther Gordillo y lo hizo secretario técnico del Consejo Nacional de Seguridad Pública, subsecretario y director del ISSSTE.

 

Y cuando Gordillo exhibió sus traiciones y corruptelas por miles y millones de pesos, pero el PAN lo rescató y lo impulsó junto con su hijo del mismo nombre, lo hizo diputado federal y luego candidato a gobernador de su estado.

 

Y ahora, cuando ha hecho escándalo con el fin de impedir la entrega de recursos federales a Veracruz para sacarlo del saqueo al cual fue sometido por el gobernador con licencia prófugo, Javier Duarte de Ochoa.

 

El plan de atizar conflictos para cobrar

 

También ahora, él y su hijo atizan rebeliones de distintos sectores, y entre ellos a alcaldes de todos los partidos contra el gobernador interino Flavino Ríos Alvarado en doble vía:

 

a) Para impedir el salvamento federal.

 

b) Para hacer ingobernable a Veracruz y luego, cuando él asuma el poder y ordenen el repliegue de los alcaldes –encabezados por el hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, claro- vender la pacificación como un gran logro político.

 

La información está en las alturas, donde consta cómo los dos Yunes panistas desestabilizan y movilizan a sectores inconformes con mayor deterioro del tejido social veracruzano.

 

Un asunto para el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, si se pretende salvar a Veracruz de un hundimiento mucho mayor al actual.

Y mire cómo está.

 

Cuesta 600 millones construir una capilla

 

  1. Si de arbitrariedades se trata, Claudia Sheinbaum se cuece aparte.

Como funcionaria pública capitalina ha cometido errores graves como el conflicto en Xalatlaco, cuando mandó destruir viviendas del Estado de México.

 

O como reservar por lustros las cuentas del segundo piso de Andrés Manuel López, misterio de cientos de millones de pesos de hace 10 años.

 

Y ahora, luego de destruir la Capilla del Señor de los Trabajos en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, ha causado daños religiosos y económicos a la ciudad.

 

Una pregunta al Gobierno de Miguel Mancera: ¿quién pagará los 600 millones para acallar a los vecinos y la construcción del nuevo templo?

 

Pese a esto, Sheinbaum está a disposición del Peje para candidata a jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

 

2. Un campechano, Pablo Angulo Briseño, asumirá hoy la dirección de la Red de Jóvenes Priistas.