México está reaccionado con oportunidad al complejo entorno económico externo al llevar a cabo un manejo muy adecuado de su política macroeconómica, tanto en materia fiscal como monetaria, destacó el Banco Mundial (BM).

 

El economista senior para México del BM, Joost Draaisma, apuntó que en materia de política fiscal, desde 2015 el país empezó con un proceso de consolidación fiscal, en particular con los recortes al gasto, como una medida para enfrentar la caída de los ingresos petroleros.

 

En entrevista con Notimex, refirió que en política monetaria, México recientemente subió sus tasas de interés de forma relativamente moderada, a fin de frenar una posible salida de recursos ante el alza de las tasas externas y hacer más atractivo mantener o invertir en el país.

 

En el marco de su participación en este puerto en la 93 Asamblea Convención del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) opinó que uno de los problemas de México es su bajo crecimiento, ya que en las últimas tres décadas ha avanzado en promedio 2.4 por ciento.

 

Este crecimiento “un poco decepcionante”, agregó, fue una de las motivaciones del país para aprobar reformas estructurales, como la energética, la financiera, la de telecomunicaciones y la laboral, entre otras, con el propósito de impulsar el crecimiento de la actividad económica.

 

En opinión del especialista del Banco Mundial, estas reformas aprobadas en los primeros dos años de esta administración “no han resultado” porque, en primer lugar, se sobreestimó el tiempo en que tienen efecto, ya que esto toma un poco más de lo que se proyectó en su momento.

 

En segundo lugar, dijo, hay que reconocer que México enfrentó grandes contratiempos en el entorno externo que no han apoyado su crecimiento económico estos años, como la caída de los precios del petróleo, que coincidió con la apertura de este sector que dio con la reforma energética.

 

“Si uno ve el crecimiento externo, de Estados Unidos o del comercio internacional eso también ha sido mucho más bajo de lo que en su momento proyectamos”, abundó Draaisma, al mencionar que México sigue creciendo prácticamente alrededor de 2.4 por ciento estos últimos años.

 

No obstante, sostuvo, si México no hubiera hecho estas reformas estructurales “probablemente hubiera sido un crecimiento aún más pobre”, y aclaró que estos cambios estructurales son un tema “de una vez por todas, sino un proceso continuo.

 

“Constantemente te tienes que estar adaptando a las nuevas circunstancias globales de la tecnología, etcétera. De esa forma creo que también uno tiene que pensar en la reformas para incrementar el crecimiento económico”, acotó.

 

Además de continuar con la implementación de las reformas ya aprobadas, consideró que México tiene impulsar una segunda, tercera o cuarta ronda de reformas estructurales, ahora en otras áreas como en pensiones, salud, sector agrícola, por ejemplo.

 

“Hay que continuar con las reformas”, agregó el economista senior para México del BM, al afirmar que con ello el país podrá alcanzar tasas de crecimiento más altas y lograr lo que a nivel internacional se llama convergencia a los niveles de bienestar y vida de países más avanzados.

 

“A eso creo que México debe de aspirar y para llegar a eso creo que constantemente necesitas estar reformándote”, sugirió al asegurar que si logra esto durante un par de generaciones, el país podrá incrementar el ingreso por persona e incrementar sustancialmente el nivel de vida promedio de su población con respecto a países avanzados.

 

Por otra parte, Draaisma resaltó que el paquete económico de México para 2017, cuya Ley de Ingresos ya se aprobó la semana pasada, está muy orientado a la consolidación fiscal, lo que es muy necesario para mantener al país atractivo para la inversión tanto doméstica como externa.

 

Señaló que junto con la reciente alza en las tasas de interés de México, esta consolidación fiscal, reflejada en el recorte al gasto público para lograr un superávit fiscal y con ello estabilizar la razón de deuda respecto a PIB, apoyan la confianza en el país y, con ello, el crecimiento económico.

 

“Necesitas esa consolidación fiscal para detener, estabilizar, la deuda con relación al PIB y de esa forma mantener la confianza de los inversionistas en la solidez de las finanzas públicas”, subrayó el funcionario del organismo financiero internacional.

 

En el evento, José Luis García Ramírez asumió la presidencia del Instituto Nacional de Contadores Públicos (IMCP) federación fundada en 1923 y conformada por 60 colegios de profesionistas que agrupan a más de 23 mil contadores públicos asociados.

 

Durante la 93 Asamblea Convención del IMCP celebrada el fin de semana en este puerto, García Ramírez tomó protesta como nuevo presidente del Comité Ejecutivo Nacional del instituto para el periodo 2016-2017, en sustitución de Leticia Hervert Sáenz, la primera mujer en encabezar esta agrupación de profesionistas.