La presencia de las mujeres en la política de México ha sido benéfica en la construcción del bien común y de la vida en democracia de los mexicanos.

 

Les comparto que con mucho gusto participé en el Foro Llamado a la Acción para la democracia paritaria en México, que se llevó a cabo en el Instituto Nacional Electoral (INE) por el 63 aniversario del reconocimiento del voto a las mujeres.

 

Ahí asumí que uno de los retos que tiene la LXIII Legislatura es asegurar su presencia en el gabinete federal, y por tal motivo me da mucho gusto compartir con ustedes, estimados lectores, que el próximo jueves 20 de octubre presentaré una iniciativa para reformar el artículo 89 de la Constitución Política mexicana, con el fin de que el Ejecutivo federal tenga la obligación de que 50% de los nombramientos de secretarios de despacho sean de un mismo género, y con ello garantizar la paridad en el gabinete federal.

 

Actualmente sólo cuatro mujeres de 25 ocupan un lugar en el gabinete legal y ampliado del Presidente de la República.

 

Recordemos la trascendencia de la reforma constitucional de febrero de 2014 y las modificaciones a las leyes generales de Instituciones y Procedimientos Electorales y la de Partidos Políticos, que establecieron el principio de paridad en la legislación, que es un principio ya inexpulsable de nuestra democracia.

 

Tengamos presente que en la actual Legislatura de la Cámara de Diputados las mujeres ocupan 211 curules, que corresponden a 42% de los 500 espacios legislativos, lo que demuestra que reformas legislativas inclusivas, con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género, mejoran la situación de oportunidad de las mujeres como se aprecia en el ámbito legislativo.

 

Asimismo que en la administración pública federal se observa que existe subrepresentación femenina, tanto en los espacios de dirección como de toma de decisiones, lo que se replica a nivel estatal y también, por supuesto, municipal.

 

En el caso de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, nueve son hombres y sólo dos mujeres, para un total de 11, y un porcentaje de 18.1% del género femenino. En la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que se conforma con siete magistrados, cinco son hombres y sólo una mujer, y había un nombramiento que estaba en curso.

 

También es cierto que el acceso de las mujeres a las gubernaturas ha sido lento y frecuentemente desalentador, ya que a lo largo de la historia y desde las primeras e incipientes apariciones de la mujer en la política, la historia contemporánea de México registra sólo siete mujeres que han podido acceder a este máximo cargo político en los estados, y actualmente sólo una está en el ejercicio del poder.

 

Es cierto que se ha avanzado, pero aún falta mucho por hacer. 

 

El tema de la paridad es una parte trascendental en el trabajo legislativo y estoy convencido que se puede formar un gran equipo con las organizaciones civiles para hacerla realidad, y que la paridad en nuestro país sea uno de los distintivos, que nos haga diferenciables en las naciones del mundo, pero sobre todo, el mejor camino para sacar adelante la agenda política y social de México.

 

Durante el evento de clausura del Foro Llamado a la Acción para la democracia paritaria en México se llevó a cabo la firma del documento Llamado a la Acción para la democracia paritaria en México, que contiene las acciones a las que llegaron durante el foro y que con mucho gusto rubriqué.

 

En lo personal, ya para finalizar, asumo mi compromiso con las mujeres y les reitero que el próximo 20 de octubre presentaré una iniciativa para reformar el artículo 89 de la Constitución Política, con el fin de que el Ejecutivo federal tenga la obligación de que 50% de los nombramientos de secretarios de despacho sean de un mismo género, y con ello garantizar la paridad en el gabinete federal.

 

 

*El autor es presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.