SEÚL. Samsung Electronics Co. reveló hoy que detuvo de forma permanente la producción y venta de su teléfono inteligente Galaxy Note 7 y aconsejó a los consumidores dejar de usarlo, debido a fallas de seguridad.

 

La medida tiene lugar 10 días después de que la empresa reanudara las ventas del Galaxy Note 7 tras un programa de reemplazo sin precedentes debido a un problema de la batería.

 

El fabricante de teléfonos móviles indicó este martes que la seguridad de los consumidores es su máxima prioridad, por lo que solicitó a sus socios minoristas y operadoras de todo el mundo la suspensión de las ventas y reemplazos del Galaxy Note 7.

 

La medida se da tras consultar con la Agencia Surcoreana de Tecnología y Estándares y las autoridades relacionadas, con las que trabaja para investigar los casos reportados recientemente sobre el aparato.

 

Samsung añadió que los propietarios de un Galaxy Note 7 original o de su reemplazo deben apagarlos, dejar de usarlos y aprovechar las soluciones disponibles, destacó la agencia Yonhap.

 

La empresa suspendió la producción del Galaxy Note 7 a comienzos de esta semana, después de que varios informes de prensa indicaran que los reemplazos también se habían incendiado.

 

El Galaxy Note 7, que salió al mercado el 19 de agosto, fue objeto de una retirada mundial por parte de Samsung a comienzos de septiembre, tras los informes de que algunos de los aparatos habían ardido mientras se cargaban.

 

Samsung traba con la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos para investigar los casos de incendios relacionados con el dispositivo.

 

Mientras tanto, las acciones de Samsung cayeron 8.0 por ciento este martes, acabando con alrededor de 17 millones de dólares de valor de mercado.

 

La compañía introdujo originalmente el Note 7 en agosto y luego recortó la producción inicial de 2.5 millones de teléfonos tras una serie de incendios de la batería.

 

Ahora se está investigando incidentes con dispositivos de reemplazo que había pensado eran seguros.

 

Algunos analistas estiman que la crisis de Samsung puede impulsar las ventas de su principal rival Apple.  dmh