Los analistas consultados por el Banco de México (Banxico) estimaron que para diciembre de este año la inflación cerrará en 3.18%, mientras que al inicio del año calculaban que se ubicaría en 3.1%.

 

Los economistas también elevaron el pronóstico para el año entrante, pues esperan que la inflación en diciembre de 2017 alcance 3.45%, es decir cinco centésimas más que en enero de este año, debido, principalmente al impacto del tipo de cambio en los precios al consumidor.

 

En una entrevista radiofónica, Agustín Carstens, gobernador del banco central, señaló que el aumento en la tasa de interés referencial de 50 puntos base, que hizo el jueves pasado la Junta de Gobierno tiene como objetivo principal limitar el impacto del tipo de cambio en la inflación.

 

La semana pasada, el banquero central dijo que el tipo de cambio se vería afectado positivamente si Hillary Clinton llegara a la Casa Blanca, ya que “ha sido muy golpeado por la expectativa”. Asimismo, confió en que si los resultados de esa elección favorecen a la candidata demócrata, el peso volvería a apreciarse.

 

Hasta la primera quincena de septiembre, el incremento en el Índice Nacional de Precios y Cotizaciones (INPC) se ubicó en 2.88%, contra una inflación de 2.53% en el mismo periodo del año pasado.

 

No obstante, las previsiones del sector privado sobre el dólar apuntaron a que la moneda estadunidense bajará a 18.84 pesos en diciembre, desde los 19.30 en los que se vendió ayer en el mercado interbancario.

 

La previsión de septiembre le quitó 30 centavos de valor al peso desde la encuesta de agosto.

 

Sin embargo, para Martín Rodríguez, presidente del presidente del Consejo Empresarial ICAPP- COPPPAL América Latina y el Caribe, las previsiones no pueden ser menores a 19 ó 20 pesos por dólar para el cierre de este año, aunque señaló que el país está lejos de las previsiones más catastrofistas que apuntan a un tipo de cambio de 26 pesos.

 

Frase

 

“Es mejor tomar decisiones oportunamente que dejar que la inflación aumente y después empiece a tener efectos de segundo grado sobre otros precios”

Agustín Carstens

Gobernador del Banxico