Donald Trump no deja de sorprender. Ayer, en medio de un mitin político en Colorado, admitió ser “un gran beneficiario” de las “injustas” leyes fiscales estadunidenses y presumió de haberlas usado “brillantemente” para su provecho, pero prometió cambiarlas si es elegido Presidente el próximo 6 de noviembre.

 

Las declaraciones del magnate se producen horas después de que una investigación de The New York Times revelara que el republicano pudo haber evitado pagar 916 millones de dólares en impuestos desde 1995 amparándose en exenciones fiscales permitidas por la ley de su país. Eso fue posible luego de haber declarado pérdidas por un monto similar en tres de sus empresas en Atlantic City.

 

“Arreglar nuestro código fiscal es una de las muchas razones por las que me presento a Presidente. He estado diciendo desde el principio de la campaña lo ridículo, complejo y, sí, injusto, que es el sistema fiscal. (…) Yo lo entiendo mejor que casi todos, por eso soy alguien que puede arreglarlo y me comprometo a hacerlo”, dijo el candidato.

 

“Como hombre de negocios y como promotor inmobiliario he usado legalmente las leyes fiscales para mi beneficio, el de mi empresa, mis inversores y mis empleados”, afirmó.

 

“Honestamente –prosiguió– he usado brillantemente esas leyes y, como he dicho a menudo, tengo una responsabilidad fiduciaria de no pagar más impuestos de lo que requiere la ley, o por decirlo de otro modo, de pagar lo menos que pueda y tengo que decirles a ustedes que odio cómo gastan nuestros impuestos”. Fue la primera vez que admitió la veracidad del informes del Times. “Usé legalmente las leyes fiscales en mi beneficio. Y honestamente me considero extraordinario por haberlo hecho”, dijo a sus simpatizantes en Colorado.

 

Horas antes en un mitin en Toledo (Ohio), su rival demócrata, Hillary propuso una ley que obligue a todos los aspirantes presidenciales a publicar sus declaraciones de impuestos y dijo que dejar que Trump arregle el sistema fiscal de EU es como “dejar al zorro cuidar el gallinero”.

 

La polémica sobre el historial financiero de Trump centró así la actualidad política al comienzo de una semana clave, con la vista puesta en el segundo de los tres debates presidenciales que se celebrará el domingo en San Luis (Misuri).
Su fundación viola las leyes

 

Mientras Trump hablaba en Colorado, las autoridades de Nueva York prohibieron a su fundación de beneficencia que siga recaudando fondos en ese estado porque no está registrada para hacerlo. La Fiscalía asegura que esa fundación viola las leyes estatales porque está recaudando fondos sin estar registrada ante la Oficina de Organizaciones Benéficas del estado.

 

La semana pasada el diario The Washington Post publicó que la fundación no tiene la certificación que necesitan las organizaciones benéficas que operan en el estado para pedir dinero al público.

 

Además, también tuvo vínculos con Irán, al alquilarle a un banco de Teherán una oficina en Nueva York de 1998 a 2003. Se trata de un banco en la lista negra” estadunidense de las instituciones iraníes vinculadas al terrorismo y el programa nuclear. Lo reveló el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.