El Atlético de Madrid, sensacional en todo, en ataque y en defensa, y un gol del belga Yannick Carrasco desbordaron al Bayern Múnich, doblegado sin matices por el conjunto rojiblanco, mejor con 0-0, casi impenetrable con 1-0 y ganador imponente e incontestable en un partido de mucha altura.

 

Por pegada, muchos momentos por juego y ocasiones, también por esfuerzo, por táctica y por su funcionamiento como bloque lo mereció el Atlético, un equipo con mayúsculas, por encima de todo, capaz de sumar otro triunfo concluyente, con un penalti fallado por el francés Antoine Griezmann, y dejar sin opciones al club alemán.

 

Un partido grande. Desde las alineaciones de los entrenadores, que no se guardaron nada; desde el ambiente del Vicente Calderón, abarrotado; desde la actitud y la competitividad del Atlético, un incuestionable favorito a lo máximo esta temporada; y desde la intensidad y el ritmo tan alto que manejaron ambos conjuntos.

 

Ni siquiera una cita tan temprana, apenas la segunda jornada de un grupo en el que uno y otro acaparan los pronósticos para avanzar a los octavos de final, restó magnitud a la indudable envergadura del encuentro, la reedición de la semifinal de hace cinco meses, un duelo potente en la actualidad sea cual sea la ronda y el escenario.

 

Da igual quién esté enfrente, nadie compite como este Atlético, con sus mecanismos tan afinados para cada registro que requiera cada minuto, como ayer, cuando defendió con solidaridad y una precisión táctica milimétrica, sólo alterada en todo el primer tiempo por un pase sensacional de Thiago y una volea de Thomas Müller a la que se interpuso, enorme para el rematador, Jan Oblak.

 

Frase

“Creo que no tuvimos suficiente intensidad, perdimos balones disputados, permitimos contragolpes y fuimos muy lentos” Carlo Ancelotti DT del Bayern

 

Número

2 son las derrotas que tiene el Bayern Múnich en sus últimos 15 partidos y las fueron ante el Atlético de Madrid, ambas fueron por marcador de 1/0