Este día se dio a conocer el Paquete Económico 2017, a través de la SHCP, al Congreso. Interesante porque se está entregando de manera oficial por el nuevo secretario de Hacienda, José Antonio Meade, el cual tiene historia dentro de dicha secretaría, dado que estuvo al frente en el último año de Gobierno de Felipe Calderón.

 

A manera de resumen hacemos un cuadro comparativo de cómo estaban las condiciones económicas en noviembre de 2012, cuando Meade dejó la Secretaría de Hacienda, y cómo se encuentran en septiembre de 2016, que recibe nuevamente ese cargo:

 

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En fin, que las condiciones son muy diferentes, por lo que 2017 presenta grandes retos en los que deberá contener fuertemente el gasto público para reducir el déficit fiscal, el nivel de endeudamiento y ser generador de un crecimiento económico competitivo. Ya lo estaremos analizando más a detalle y lo platicaremos con usted.

 

Pero haciendo un acto de reflexión, ¿qué cosas positivas y negativas tuvo el ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray?

 

En lo positivo, aunque no nos guste, se tuvo una reforma fiscal que al final de cuentas ha generado un incremento en el ingreso tributario, que ha hecho frente a una parte de la disminución de ingresos petroleros. La reforma financiera que busca impulsar a la Banca de Desarrollo le da más certeza jurídica a los créditos y financiamientos. Apoyó de manera importante en la reforma energética que estará aumentando la Inversión Extranjera Directa y los empleos en los próximos años.

 

Quizá sus errores fueron no alcanzar los objetivos de ajuste fiscal necesario, aumentó la deuda pública a niveles de 48% del PIB, la confrontación con empresarios desde el primer año de gobierno y el entorno económico internacional adverso lo llevó a reducir constantemente sus previsiones de crecimiento. Además, los últimos aumentos en el precio de la gasolina y la electricidad, y siempre evitó la confrontación política social con un posible aumento en el IVA. Lo que detonó probablemente su renuncia fue la visita incómoda de Donald Trump, de la cual fue él el promotor más fuerte.

 

Ahora le toca a José Antonio Meade llevar las riendas de la economía mexicana en lo que resta de la administración. El cambio fue tomado positivamente tanto por el sector financiero nacional e internacional como por la iniciativa privada.

 

Meade se tendrá que acercar y apoyar a la iniciativa privada para que impulse las inversiones y el consumo, que permitan mantener una buena dinámica de la economía ante un entorno internacional, el cual seguirá con bajo crecimiento y con el riesgo de una normalización de tasas de interés.