Un día después de que la Secretaría de Hacienda recortó por segunda vez en el año la expectativa de crecimiento del PIB a un rango de 2.0 a 2.6%, Standard & Poor’s (S&P) alertó que redujo de estable a negativa la perspectiva para México ante el nivel de la deuda y el bajo desempeño económico.
 
La acción de S&P coincide con la tomada recientemente por Moody’s, al señalar que el nivel de crecimiento y la volatilidad financiera internacional pueden complicar en el mediano plazo la estabilidad de las finanzas públicas del país.
 
En marzo, Moody’s redujo también la perspectiva de la calificación de México de estable a negativa. Sin embargo, ambas firmas coinciden en que la calidad crediticia de México es “muy buena”.
 
 
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Standard & Poor’s señaló que la deuda total del país podría subir hasta 49% del Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos tres años, debido que el Gobierno federal gasta más de lo que tiene y el crecimiento económico no termina de despegar.
 
“El rango de la deuda ha aumentado de manera constante desde 28% del PIB en 2005, hasta 42% en 2015, lo que refleja el impacto de continuos déficits fiscales moderados en un contexto de bajo crecimiento del PIB durante ese periodo”, apuntó la empresa.
 
En un comunicado, la Secretaría de Hacienda reiteró su compromiso de reducir el déficit del gobierno federal a 2.5% en 2018, mientras que para este año cerrará en 3.0%, medio punto menos de lo planeado originalmente en el presupuesto de este año.
 
La disminución en el déficit esperado para 2016 se debe a que el gobierno federal obtuvo 239 mil millones de pesos extraordinarios para el ejercicio fiscal, provenientes de las ganancias que tuvo el Banco de México en sus operaciones de 2015.
 
S&P reconoció que el manejo de la política fiscal, a cargo de Hacienda, y monetaria, por parte del Banco de México, es prudente y permite que la inflación y el déficit del país se mantengan en niveles bajos, pese a un contexto internacional muy volátil.
 
Aunque S&P consideró que el nivel de deuda es “moderado”, señaló que existe una posibilidad de 33% de que en los próximos 24 meses baje la calificación de México si el endeudamiento es mayor al esperado por la empresa en 2019 o si se incrementa la carga de los intereses en los créditos que tiene el país.