BUENOS AIRES. El fallido intento de arrestar a la líder de la asociación argentina Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, tras ser declarada en rebeldía por no comparecer ante la Justicia dio pie al kirchnerismo para un acto de apoyo a la octogenaria dirigente, con fuertes críticas al Gobierno de Mauricio Macri.

 

Los policías no pudieron detener a De Bonafini, quien salió de sus oficinas custodiada por militantes y se fue a Plaza de Mayo para encabezar la ronda que las Madres realizan desde hace casi 40 años y denunciar las desapariciones de miles de personas durante la dictadura que gobernó el país entre 1976 y 1983.  Allí, a pocos metros del Parlamento, se montó un improvisado mitin político del kirchnerismo, tras varias horas de idas y venidas de Bonafini, que hoy, en una segunda citación judicial, se negó a acudir a los tribunales en una causa por presunto fraude al Estado.