Como lo hemos comentado muy ampliamente, uno de los detonadores para que el tipo de cambio se mantenga presionado tiene que ver con el riesgo de salida que se está dando en el mercado de dinero en donde el rubro de Cetes, por segundo año consecutivo, registra una salida de capitales. Es entendible, ya que si tienes tasas de interés del orden de 4.25% y la curva de Cetes entre 28 y un año te paga tasas de 4.25 a 4.80%, una depreciación como la que tenemos del orden de 10% supera al doble el rendimiento en estos instrumentos y lógicamente el inversionista extranjero no tiene opción de permanecer con pérdidas, y además, dentro de un entorno difícil para los mercados. Actualmente, la salida equivalente en el mercado de deuda asciende a 11 mil 649 millones de billetes verdes, de los que la salida en Cetes supera este monto y es hasta ahora la tenencia en mercado de bonos gubernamentales “M” lo que han aportado un aumento en el año de 2.6% y subsanan parte de las salidas de flujos.

 

Dentro de este proceso es el tipo de cambio el que juega un papel relevante, en el que la volatilidad se refleja en la tenencia de extranjeros. La depreciación de las monedas inició en forma a partir de junio de 2014 a la fecha, y el peso mexicano se ha depreciado 47%. Para dar una idea, los Cetes registraron un aumento en su tenencia en 2013 de 20%, pero en 2014, iniciado este proceso de debilidad de las monedas incluyendo al peso mexicano, el aumento fue de sólo 4.6%. En 2015 ya registró salidas de casi 28%, y en lo que va de 2016 lleva casi 52% de salida.

 

La preocupación para el Banxico es principalmente la tenencia en bonos que representa cerca de 70% del total de tenencia. Ante esta coyuntura que hemos comentado de una depreciación acumulada en dos años de 47%, el ritmo de aumento en la tenencia de bonos ha venido a menos. El 2014 alcanzó un aumento de 19%; 2015, de 14.5% y en lo que va del año es de 2.6%. El hecho de que esta tenencia en bonos sea negativa implica que por cada punto porcentual de salida equivale a mil 300 millones de dólares.

 

Por ello, hoy más que nunca y en un proceso internacional que llevará tiempo, consideramos que para evitar este nivel de riesgo, no es únicamente a través del aumento en las tasas de interés la solución, implica que las finanzas públicas de México vuelvan a su estabilidad, menor gasto y menor endeudamiento ayudarán a corregir desviaciones, pero es sumamente importante “la confianza” que genere el gobierno.

 

El 2017 será quizá más complicado por el desconocimiento real del efecto del Brexit, pero se estará dando. La condición débil de las economías de Japón y la desaceleración en China seguirán afectando commodities (materias primas), y por ello, los mercados emergentes seguirán con volatilidad y riesgo de bajo crecimiento. Así, la austeridad gubernamental ayudará a mejorar el ambiente y ánimo de una sociedad preocupada por los desequilibrios de las finanzas públicas y los riesgos hacia la economía mexicana.