El cableado subterráneo de Presiente Masaryk, en Polanco, no es un mero capricho de quienes exigen que se concluya la obra. Tiene que ver con la rendición de cuentas, la eficiencia y la estética.

 

De rendición de cuentas porque no se sabe qué pasó con 110 millones de pesos destinados para esa obra, y porque actualmente todos se echan la bolita.

 

La Comisión Federal de Electricidad asegura que la Autoridad del Espacio Público es la responsable de la instalación del cableado.

 

Pero la Autoridad del Espacio Público asegura que es la CFE y las empresas de telecomunicaciones quienes tienen que migrar las instalaciones.

 

Finalmente, mientras se echan la culpa, los únicos afectados son los ciudadanos. La obra millonaria está inconclusa, y como los capitalinos estamos acostumbrados a ver cables por todos lados, hay quien no lo percibe o simplemente le resta importancia.

 

Más seguro

 

Cuando se habla de cableado subterráneo, se habla también de eficiencia: es más seguro y con menos fallas que un cableado aéreo. Su instalación resulta más cara, pero a la larga los gastos de mantenimiento se reducen.

 

El cableado aéreo es más vulnerable al viento, a los accidentes automovilísticos a “los diablitos” y a la lluvia.

 

Por ejemplo, cuando llueve, sobre todo en zonas arboladas, las ramas mojadas se convierten en conductoras de electricidad y provocan corto circuito.

 

Todavía hay cableado en la Ciudad de México que no está forrado, por eso es común que durante una lluvia intensa veamos los chispazos cuando las líneas chocan.

 

Si hace viento, las ramas de los árboles, o los árboles completos, pueden caer sobre el cableado. O si mplemente, en zonas como Polanco, los fines de semana los postes pueden ser el blanco de un imprudente automovilista.

 

Algunas de las zonas de la CDMX en donde se registran más apagones en temporada de lluvia son las más arboladas y se encuentran en Coyoacán, Álvaro Obregón, Tlalpan, Benito Juárez y Miguel Hidalgo.

 

Ante el desfalco, robo, o negligencia que significa no haber instalado el cableado subterráneo y tener que abrir de nuevo Masaryk, la Asamblea Legislativa debería impulsar una investigación, pues no puede ser que dos instancias se culpen de que una obra esté inconclusa y no pase nada.

 

A menos, claro, que los legisladores locales no quieran que se investigue.