Jesús Cadena Sánchez Meza, 19 años, estudiante y simpatizante de la CNTE

 
Jesús Cadena Sánchez Meza, de 19 años, quien falleció el domingo pasado en el desalojo de Nochixtlán, Oaxaca, era originario de la zona mixteca y se caracterizaba por apoyar los movimientos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

 

“Son muy unidos tanto los de Tlaxiaco e Ixtlahuaca, todo lo que es la región mixteca siempre bajan armados para apoyar al magisterio”, expuso Ramiro González, tío político y originario de Nochixtlán.

 

Refirió que Jesús estudiaba la secundaria y se dedicaba a vender granos de maíz en el mercado.

 

“Casi siempre los jueves, viernes y sábados, por ejemplo, te doy 10 kilos de frijol y te dan 10 kilos de plátano. Es gente muy humilde, y se va a dar una pequeña cooperación de 15 pesos a los dolidos para dar sepultura al finado”.

 

González señaló que la familia del joven planea velarlo y sepurtarlo “casi siempre se hace uso de la banda de música, se invita al pueblo a comer y hay muchos cuetes. Aquí en Oaxaca se usan todas estas costumbres”.

 

Recordó que en el enfrentamiento participaron jóvenes y ancianos, “me dicen que había abuelitas y abuelitos de 60 a 70 años, es normal ver este tipo de gente”.

 

El comerciante manifestó que los habitantes de la zona mixteca son vengativos, “incitan a unirse entre pueblos y hay temor de una represalia, que pongan una emboscada. Todo puede pasar, la gente es brava, no se quedan con los brazos cruzados”.

 

Indicó que las  familias de los deudos le echan la culpan al gobierno, “al gobernador Gabino Cué, y a la Policía Federal. Van a querer pelear de nuevo con los elementos; son muy bravos y se avientan”.

 

El domingo pasado autoridades federales y estatales confirmaron que en los disturbios que tuvieron lugar en diferentes puntos de esa entidad, principalmente en Nochixtlán, dejaron un saldo de seis muertos y más de cien heridos.

 

 

Óscar Nicolás Santiago, 22 años, campesino

 

“Él no estaba en su movimiento social, él estaba en su pobre trabajo”, así responde Ramón Hernández, trabajador de la presidencia municipal de Santiago Tilantongo cuando se le pregunta qué le pasó a Óscar Nicolás Santiago, una de las seis personas fallecidas durante el enfrentamiento entre la Policía Federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) el domingo pasado en Nochixtlán, Oaxaca.

 

Ramón fue uno de los encargados de trasladar el cuerpo de Óscar desde Nochixtlán hasta la comunidad Las Flores, de Santiago Tilantongo.

 

“Era un joven de 22 años, era lo que nos repetían sus familiares en la madrugada cuando les entregamos el cuerpo. Murió por una bala que se le incrustó a un costado del intestino, dicen que le dispararon desde un helicóptero”, añadió Ramón Hernández.

 

Óscar Nicolás era trabajador del campo, y el domingo se encontraba en Nochixtlán porque estaba llevando mercancía al mercado de la comunidad.

 

Estudió hasta el bachillerato que terminó hace dos años, y desde entonces trabajaba para ayudar a su familia. Era un joven “normal” que no se metía mucho en los temas de las protestas, explicó Ramón Hernández.

 

“Su hermano José nos ayuda aquí (la Presidencia Municipal), a veces venía con Óscar, ambos viven en Las Flores, una comunidad que queda lejos, pero ahí lo están velando para que mañana (este martes) lo entierren”.

 

Las Flores es una comunidad considerada de alta marginación, la cual tiene alrededor de 200 habitantes, de los cuales la mitad son hablantes de lengua indígena. Su infraestructura educativa consta de sólo una primaria y una telesecundaria.

 

Esta misma marginación ahora es un problema para los familiares de Óscar, quienes en las últimas horas esperan ayuda para afrontar no sólo los gastos funerarios, sino también la vida sin él.